Plataformas de usuarios de la sanidad pública convocan movilizaciones el 2 y 3 de abril
Piden «el cese de la sangría de privatizaciones», «la desbordada precarización del empleo en la plantilla» y que se incrementen las partidas destinadas a la Atención Primaria
Asociaciones de usuarios de la sanidad pública han convocado movilizaciones el 2 y 3 de abril. Así lo han comunicado este miércoles durante la lectura ... de un manifiesto frente al centro de salud de Salburua, en Vitoria. Exigen que los presupuestos de los departamentos de Salud de los gobiernos vasco y navarro «se incrementen del 5,5% actual al 7% y que aumente la financiación de la Atención Primaria del 15% al 25% de la partida de salud como establece la Organización Mundial de la Salud», señalaron en euskera Lidia Barzena y en castellano Maite Alonso, portavoces de los colectivos convocantes.
Para alcanzar estos objetivos, piden que tras la pandemia vuelva la atención presencial en consulta, se limiten las listas de espera y que se incremente la atención a las personas con patologías crónicas y la detección precoz de enfermedades como el cáncer. «Las razones de la actual crisis no son solo la falta de profesionales. Es fruto de la apuesta de nuestros gobiernos por utilizar los presupuestos públicos en favor de los intereses de los negocios sanitarios privados».
Del mismo modo, mostraron su empatía con la plantilla sanitaria, para la que piden una mejoras de las condiciones laborales. «Hay que cesar la desbordada precarización del empleo». De igual modo, solicitaron el fin de «la sangría de privatizaciones, los conciertos público-privados, las derivaciones injustificadas a la sanidad privada» e incluso propusieron la puesta en marcha de una industria farmaceútica pública.
Una serie de demandas que han suscrito las organizaciones de usuarios de Leioa, Donostialdea, Mungia, Tolosa, Vitoria, Deusto, Bilbao, Alsasua, Erandio, Algorta, Zornotza y la plataforma Osasun Publikoa Aurrera. «Hoy menos que nunca son aceptables las excusas de falta de recursos económicos por parte de unos gobiernos que asignan ingentes cantidades a la banca privada, la industria enérgetica o la militar».
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