El plan da su «primer empleo» a Félix y saca del paro a Rebeca
Veinte desempleados obtienen un contrato de un año en las obras de rehabilitación del barrio dentro del programa para crear el ecodistrito
A la parte de rehabilitación urbanística del programa para regenerar Zaramaga se suma una vertiente sociolaboral. Una veintena de desempleados recibe formación y un contrato ... de un año para trabajar en diversas obras dentro de un programa de acogida promovido por el Departamento de Trabajo y Empleo del Gobierno vasco en colaboración con el Ayuntamiento de Vitoria. El objetivo es «mejorar las posibilidades de inserción social y laboral». Rebeca y Félix, dos de los contratados, relatan en EL CORREO su experiencia.
Vitoriana del barrio de El Pilar, Rebeca Cid, tiene a sus espaldas dos décadas trabajando como pintora aunque sin obtener una gran estabilidad laboral. Recibía encargos, pero como autónoma. El plan para regenerar en verde a Zaramaga, vecindario contiguo al suyo, la ha sacado del paro. «Estaba apuntada en Lanbide y me llamaron», cuenta mientras aplica una nueva capa de pintura de color gris en el pasillo principal del centro cívico Iparralde. Junto al resto de seleccionados para el programa, esta alavesa de 39 años compagina la formación en el centro municipal Ignacio Ellacuría (en Adurza) con las actuaciones de reforma en Zaramaga. «Acudo una semana a clases y la otra a trabajar». Concretamente aprende pintura, materia que ya dominaba, y albañilería, que servirá para complementar su currículum. «Todo lo que sea aprender me viene bien». El mortero, los raseos, la tabiquería o el alicatado son algunas de las tareas del oficio con las que se está familiarizando esta madre de un niño de 8 años.
Los contratados trabajan en obras en viviendas de la calle Cuadrilla de Zuia y el centro cívico Iparralde
Del barrio
«Esto me sirve para no estar un año parada», comenta mientras se sube a una escalera para proseguir con el pintado que adecentará el complejo municipal. Igualmente se restaurarán bancos y farolas del distrito. El ambiente de trabajo, afirma, es muy agradable. «Somos casi todos del barrio y nos ayudamos, los compañeros son muy buenos». Y los docentes «nos apoyan para que tengamos toda la formación y las pautas necesarias». «Es una experiencia nueva».
Ataviado con guantes, calzado de seguridad, ropa de trabajo y pañuelo a la cabeza, Félix Jildo Chávez (34 años) se afana en aplicar un fijador a la pared en un piso de la calle Cuadrilla de Zuia, una de las tres viviendas municipales que se están rehabilitando dentro del plan de Zaramaga. «Aquí con los maestros se aprende mucho, lo que te enseñan en clase lo potencias», cuenta este peruano asentado en Vitoria desde hace 4 cursos.
«Esto me ayuda a adquirir experiencia, porque es lo que piden las empresas para contratarte». Este empleo, que consiguió tras recibir una carta de Lanbide con la correspondiente solicitud, «es mi primer trabajo a jornada completa», el cual «compagino con otro los fines de semana». Toda una oportunidad para este trabajador casado y con tres hijos. Además de la formación, «también recibimos orientación sobre buscar empleo o cómo redactar el currículum», valora.
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