«Se ha esfumado mucho trabajo, a mí se me caen las lágrimas todo el rato»
Las fotógrafas del estudio de Arana 'Haz' denuncian un robo de material valorado en 4.000 euros. «Pedimos que nos devuelvan el disco duro»
Fue un vecino el que alertó a las propietarias del estudio fotográfico 'Haz', ubicado en el barrio de Arana de Vitoria, de que alguien ... había forzado su verja. Al mismo tiempo, trasladó el aviso a Emergencias tras advertir que allí podría haber ocurrido un robo en la madrugada del sábado al constatar que las rejas estaban completamente dobladas y levantadas a medio metro del suelo. La estampa no era habitual en una jornada en la que el local de la calle Palencia suele permanecer cerrado.
Una vez pudieron acceder al interior del laboratorio, las víctimas comprobaron lo sospechado. Faltaban entre sus pertenencias un ordenador portátil, un disco duro con cuatro teras de capacidad y 300 euros en efectivo. A las 19.30 horas una patrulla acudió a examinar el espacio asaltado. Al día siguiente, las afectadas interpusieron una denuncia en la comisaría de la Ertzaintza en Olaguíbel.
El 'shock' inicial no les permitió hacer una comprobación a fondo de esos 300 metros cuadrados. «Estamos en un momento de cambio en la sede y sólo veíamos como si hubieran abierto y cerrado cajones. La parte más removida era donde estaban todos los productos químicos», cuenta a EL CORREO Nahikari Mora.
«Hemos avisado en los foros y miramos todos los días Wallapop por si venden lo que nos robaron»
«Tenemos que tirar hacia delante. Seguiremos atendiendo a los clientes, aunque con limitaciones»
Así, a los días descubrió junto a sus compañeras que también les faltaban dos cámaras analógicas; una de ellas una 'Kiev 88', un modelo de medio formato poco común en el mercado. En total, calcula, les han sustraído «unos 4.000 euros».
«Todos los días estamos mirando en Wallapop o en Milanuncios a ver si están vendiendo nuestras cosas. Y hemos dado la alerta en los foros analógicos porque es lo único que podemos hacer», continúa Mora. «Pedimos que nos devuelvan el disco duro, porque hemos perdido mucho trabajo. Se ha esfumado. Con eso nos han hecho mucho daño. A mí se me caen las lágrimas todo el rato, no estoy funcionando», relata. Eso sí, tiene claro que seguirán atendiendo a los clientes -«aunque con limitaciones»- porque «tenemos que tirar para delante». Esa misma noche una familia de Ali-Gobeo denunció haber sufrido otro robo en su hogar.
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