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Las rutas, el senderismo, los fines de semana hacia lo rural. Todo estos caminos se han ido allanando aún más durante la pandemia siendo el ... destino favorito para escapar de las ciudades. Al mismo tiempo, las artes escénicas han reforzado las actuaciones al aire libre durante la pandemia. En esa combinación de creatividad y naturaleza se basa Naturaren Sekretua, una apuesta por la «activación e impulso de nuevos públicos culturales» impulsada por Panta Rhei que cuenta con el apoyo del Gobierno Vasco y de la Cuadrilla de Gorbeialdea. Hasta nueve días en septiembre (2, 3, 4, 5, 9, 10, 11, 12 y 13) habrá diferentes pases en los bosque de Murua de una propuesta multidisciplinar de canto, danza, música, performance e instalaciones escultóricas en torno a la defensa de un modo de vida «más natural y sostenible». «Le damos voz al bosque», apuntan Idoia Ayestaran y Emilio Fernández de Pinedo acerca de una propuesta sin una dramaturgia al uso.
«No es tan importante lo que contamos, sino el contexto», indican. La historia simboliza el enfrentamiento entre dos comunidades diferenciadas (por raza, género, religión, clase social...) a la que se suman mitos y leyendas de la zona. «Las polaridades destruyen todo, la no conjunción de la diversidad hace que estalle todo por los aires», explican. Raúl Jiménez Del Río se encarga de la música en una representación en la que Nacho Arantegui se ha encargado del diseño artístico.
El lugar de encuentro es el parking de Murua y el particular escenario son los bosques de Murua. La entrada cuesta 15 euros con descuentos por compras conjuntas de dos entradas (28 euros), de tres entradas (39 euros) y de cuatro (48 euros). Esta propuesta ha supuesto un reto para la compañía Panta Rhei, con sede en Murua. Se recomienda la entrada a partir de los seis años ya que hay diferentes «momentos de silencio».
En lugar de hablar como espectáculo de este 'Naturaren Secretua' lo definen como una «experiencia artística en la naturaleza». Lo que buscan es inculcar valores de respeto al entorno más cercano con una «vivencia experiencial» en la que el público transite por un espacio que no suele visitar y se fije en los detalles. «El marco es maravilloso y estar a la altura del bosque es complicado».
En 2016 trabajaron ya en un paisaje natural con un encargo relacionado con la capitalidad europea de San Sebastián. Más reciente, en septiembre del año pasado, Pantarhei realizó una intervención en torno al roble centenario de Sarragoa en Ondategi con una recorrido teatralizado. Este proyecto supone una apuesta por la «apertura e innovación» y contará con cómplices como el Aula de Teatro de Mataró. Cuatro jóvenes junto a la profesora Marta Dalmau realizarán una residencia artística a finales de este mes en Murua.
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