
Pablo implica a todo su cole en su fin de grado
Divino Maestro ·
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Un graduado en Ingeniería y antiguo alumno del centro ha logrado que los estudiantes le ayuden en un proyecto sobre sostenibilidad energéticaCuando Pablo Maroto comenzó a idear su Trabajo de Fin de Grado (TFG) no se podía ni imaginar el impacto que iba a tener en ... la comunidad educativa de su antiguo colegio. Este vitoriano graduado en Ingeniería Mecánica por la Universidad del País Vasco UPV/EHU pidió colaboración al equipo directivo de Divino Maestro para desarrollar un proyecto sobre sostenibilidad energética y optimización de las instalaciones del centro. Obtuvo una respuesta positiva, pero la idea fue más allá y ha acabado implicando a todos los estudiantes de Infantil y Primaria en una experiencia única que les ha permitido aplicar conocimientos aprendidos en el aula a su día a día de manera práctica.
«Vivo al lado del colegio y se me ocurrió que para mi TFG podía aplicar todo lo aprendido durante la carrera sobre eficiencia energética en ese edificio, en un entorno real», explica este joven de 24 años. Tras un primer contacto exitoso con el centro, llegó la oportunidad de trabajar también con los más pequeños. Y Pablo ni se lo pensó. «Para explicarles lo que íbamos a hacer les conté la historia de un villano que quería calentar el colegio muchísimo. La Tierra era una heroína que les pedía ayuda para salvar el cole, y ahí entraban ellos», detalla. La misión de los alumnos, desde los 4 años hasta 6º de Primaria, era medir ciertos valores para pasarlos a un Excel, convertirlos en una gráfica y enviárselos a Pablo. Para ello el curso pasado se colocaron una quincena de sensores de temperatura y humedad distribuidos por distintos puntos como las aulas, los pasillos o la biblioteca del edificio.
«Los estudiantes hacían una recogida de datos diaria. Tres veces a lo largo de la jornada, primero en papel para después pasarlo a ordenador. Se implicaron totalmente», sostiene Begoña Vicinay, directora de Divino Maestro, que también pone en valor los talleres previos que se realizaron para contextualizar el proyecto. «Pablo les transmitió a la perfección la utilidad de esa labor que iban a realizar y por qué era importante, hablándoles sobre el cambio climático, la contaminación o las emisiones de CO2», añade. El proyecto gustó y caló tanto que hasta se sumaron los niños y niñas de Infantil del María de Maeztu, que se ubica justo enfrente.
«Tras esa primera parte de monitorización de las instalaciones y de recogida de datos, elaboramos un plano del colegio en 3D para tener lo que se conoce como un gemelo digital. De esta manera podríamos hacer simulaciones y aplicar en ese modelo digital algunas mejoras para ver cómo se comportaba el edificio», relata Maroto, cuyo trabajo ha sido tutorizado por los profesores César Escudero y Juan María Hidalgo. Gracias al software DesignBuilder pudieron seleccionar las estrategias más eficientes.
Entre las propuestas de mejora de eficiencia energética se incluyeron desde la instalación de válvulas termostáticas en los radiadores y el refuerzo del aislamiento térmico hasta la incorporación de sistemas de ventilación mecánica con recuperación de calor o la colocación de paneles solares. A esto se suma la implantación de un sistema de climatización moderno basado en bomba de calor con el objetivo de reducir la huella de carbono y mejorar el confort térmico en todas las estancias del colegio. «Una bomba de calor alimentada por placas solares impulsando el aire caliente es mucho más eficiente que el sistema actual», puntualiza este recién graduado que en junio presentará su TFG en el Congreso Anual de la Asociación Española para la Economía Energética en Bilbao.
Pablo Maroto
Graduado
Begoña Vicinay
Directora
«La experiencia en el colegio ha sido maravillosa, los alumnos estuvieron muy participativos durante todo el proceso y les encantó», concluye Pablo. Comparte sus palabras la directora del centro, que señala que fue una trabajo «muy gratificante y positivo para todos los que participamos». «Además los estudiantes han aprendido cómo una temperatura adecuada ayuda al bienestar en el aula y cómo un ambiente más limpio influye en cuestiones como la concentración o la atención. En definitiva, a estar mejor en el cole», apunta Vicinay.
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