Salud admite «saturación» en las Urgencias de Txagorritxu pero dice que es «puntual»

El gerente de la OSI se refiere en el comunicado al colapso registrado en los últimos días como «saturación» y asegura que no tiene nada que ver con el traslado de servicios desde el hospital de Santiago a Txagorritxu. «La media de pacientes atendidos en Urgencias de Santiago ha disminuido en tan solo unas diez personas diarias, con lo que la actividad es prácticamente la misma que antes del traslado», afirma Pérez. Asimismo, «la situación epidemiológica existente -con alta incidencia de procesos gripales y bronquiolitis- También contribuye, sin duda, a este incremento en el número de atenciones».

Pérez defiende con datos su argumento de que estos días son excepcionales. El directivo destaca que el día 4 «se registró un notable aumento con 473 pacientes antendidos, y el día 11 se llegaron a atender 571. Se puede apreciar este incremento si lo comparamos, por ejemplo, con el lunes 30 de octubre, cuando se atendieron 441 personas y con la media habitual de servicios en Urgencias, que es de 350».

«A pesar de estas circunstancias puntuales todos los pacientes que acuden a Urgencias son atendidos con los criterios de profesionalidad y calidad habituales», refiere Pérez, que además agradece a los usuarios de este servicio «la comprensión y colaboración» demostradas.

La respuesta de Osakidetza podrá llegar a explicar ciertas situaciones, pero no rebaja el malestar del notable número de pacientes que penaron horas y horas en las salas de espera. Usuarios como Sofía Escudero. «Llegamos a la una de esta la madrugada -por ayer- y aquí seguimos», afirmaba a primera hora de la tarde. Su hija fue trasladada en ambulancia a Urgencias tras «un ataque de ansiedad». «Ahora la acaban de meter en el 'box'».

«Esto ha empeorado»

Escudero, trabajadora de una residencia, pasó la noche del lunes «fatal» y también estaba preocupada porque debía entrar a su turno de trabajo en un geriátrico. «Creo que las esperas son cada vez más largas. Se están recortando muchas cosas. Se han empeñado en traer todo aquí y todo aquí. Al final en vez de mejorar, han empeorado», criticó.

Julia Rosado esperaba a que le dijesen algo sobre su marido diabético. El lunes ya fue a Urgencias y estuvo desde mediodía hasta pasadas las ocho de la tarde. «Nos fuimos porque me dijo mi hija que él no iba a estar a gusto», señala. Cuando volvió ayer por la mañana aún quedaba gente que «incluso había llegado ayer antes que nosotros». «No sé qué ha pasado de unos años aquí, pero la cosa ha empeorado mucho», valoró.