Ortzai vuelve al humor con 'Un sombrero de paja de Italia'
La sala de la calle Pintorería retomará desde el día 10 los 'Clásicos de verano' con una obra en clave cómica de Eugène Labiche
La compañía y factoría de teatro Ortzai vuelve a la vida después de fiestas. Ya es un clásico, apelativo que juega también con el nombre ... del ciclo al que dedica su escenario de la calle Pintorería los últimos días del mes: 'Clásicos de verano'. Ya que Vitoria parece muerta en el aspecto cultural después de La Blanca -y en otros muchos sectores de la ciudad- al menos existe un reducto para pasar un buen rato. Este año, la obra elegida para tomarse unas horas de asueto es 'Un sombrero de paja de Italia', una pieza concebida por Eugène Labiche a mediados del siglo XIX y que sirve de perfecto soporte para reírse con ganas.
La condición de 'clásico' se traslada también al género de esta pieza. Para estos días de estío, Iker Ortiz de Zárate, el responsable de Ortzai, opta por el humor, el terreno más propicio en fechas lúdicas. El director echa mano de uno de los autores más destacados del bodevil en una obra muy conocida. Según traslada la nota informativa de la compañía, «Labiche escribió esta pieza en colaboración de Marc-Michel y en ella se reía de las convenciones de la sociedad burguesa de la época con una farsa basada en el enredo».
La obra participa de un humor «inocente» no exento de irreverencia que juega con los estereotipos
'Un sombrero de paja de Italia' cuenta que la víspera de su boda, Fadinard se traslada a casa de su suegra, la vendedora de pepinos madame Nonancourt, para firmar allí el contrato matrimonial. «Tras pasar la noche se desplaza en la mañana de la boda a su casa con el propósito de esperar a los invitados y salir con ellos hacia la alcaldía en cortejo nupcial. En el camino a través del bosque de Vincennes, su caballo se come un sombrero de paja con amapolas que pende de la rama de un árbol». La sinopsis sique con el «el sombrero pertenece a una dama que se encuentra bajo el mismo árbol con un militar. Ambos siguen a Fadinard hacia su casa negándose a abandonarla hasta que el joven novio les consiga un sombrero exactamente igual al que se caballo se comió, pues la dama está casada y su marido conoce la puieza. Fadinard, ocultando a su cortejo nupcial la presencia en su casa de la dama, lo que podría dar lugar a suspicacias, parte en busca de un sombrero igual al dañado seguido de sus invitados, que creen estar yendo a la aldaldía».
Siempre válido
Para Iker Ortiz de Zárate, la obra tiene un valor perenne, que a pesar del paso del tiempo sigue divirtiendo por el ingenio y la precisión de un humor «a todas luces inocente a pesar de jugar con estereotipos y visiones de los individuos y la sociedad no exentos de irreverencia».
Ortzai estrenará la obra el próximo día 10 jueves, a las ocho de la tarde. En la programación constan funciones hasta el día 31. Catorce actores forman un elenco en el que, como en todos los espectáculos del escenario de la calle Pintorería, cada detalle se ha cuidado con mimo. La pieza contiene también algunas partes musicales que Ortzai ha logrado llevar a cabo con la colaboración de los músicos Jon Haran Cañaveras y Patricia Sáez Romero.
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