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El discurso del diputado general, Ramiro González, no ha recibido el aplauso de ningún grupo de la oposición. PP, EH Bildu, Podemos e Irabazi han mostrado su descontento por la posición defendida por el máximo dirigente foral durante la hora y cuarto que ha durado el discurso inicial del debate de Política General. Para todos ellos, éste se ha mostrado «autocomplaciente» y se ha olvidado de los problemas laborales que siguen sufriendo muchos alaveses, pese a que la sombra de la crisis parezca lejana.
Ana Morales, del PP, criticó que el Gobierno foral carece «de ideas y valentía» que presenta proyectos «que ya están en marcha con pequeños retoques», como los programas de apoyo a personas cuidadoras y la renovación del plan foral de carreteras. «Es un ejecutivo que agotado que llega a rastras que llega al final de la legislatura. Esperemos que el próximo Gobierno venga con ayudas, con ideas para Álava y con valentía para defenderla, además de una mayor sensibilidad social, porque vemos que las medidas en esta materia son escasas mientras vemos cómo ha crecido un 63% las listas de espera en las residencias de mayores», ha afirmado.
La portavoz de los conservadores en Juntas Generales no se ha querido olvidar de las 20.000 familias que viven del sector automovilístico en el territorio, por la crisis del diésel que está agudizando «el socio del PNV que es Pedro Sánchez».
Para EH Bildu, la lectura que Ramiro González ha ofrecido sobre el estado de Álava es «triunfalista», por lo que lógicamente «no lo podemos compartir», ha expresado su portavoz, Kike Fernández de Pinedo. Al contrario de la satisfacción que ha mostrado el diputado general, el juntero de la coalición abertzale ha mostrado su preocupación «porque vemos que los servicios sociales no van bien, que la situación económica tampoco, porque aunque hay luces, hay muchas sombras y la precariedad está ahí». También en el equilibrio territorial «hay muchas cosas por resolver».
Por todo ello, «no lo podemos compartir», ha reiterado. A su juicio, las carencias se deben «en parte, a la renuncia a una fiscalidad más justa que se hizo hace un año de la mano del PP» . Igualmente, Fernández de Pinedo se ha mostrado crítico sobre la valoración del grado de cumplimiento del plan de gobierno foral. «También discrepamos porque entendemos que tiene todavía mucho trabajo por hacer», con «muchas lagunas» en este aspecto.
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