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Andrea Ramírez y Ana María Sánchez revisan los detalles de una mesa en su restaurante. Igor Martín
Ana María Sánchez y Andrea Ramírez, jefas de sala del Mano Lenta

«Al oficio de camarero no se le da ningún valor»

Son las mejores de Euskadi. Las ganadoras del Campeonato de Sala reflexionan sobre un sector «muy duro, pero también muy gratificante»

Miércoles, 7 de diciembre 2022, 00:27

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Si le preguntas, un crío te dirá que de mayor quiere ser astronauta, cantante, futbolista, bombero. Puede que haya visto uno de esos 'talents' de ... la tele en los que ponen a guisar a criaturas en mandil y quizás el chaval salga con que quiere ser chef. No cocinero, ojo, chef. Pero seguro, seguro, que ninguno dirá que lo suyo es ser camarero. Es la antivocación, un tajo sin referentes de los de pura obligación, un curro alimenticio y, encima de los sacrificados. Y luego están Andrea y Ana María, que demuestran que no, que esta puede ser una profesión, ya no solo dignísima -que por supuesto-, también apasionante y estimulante. Ellas, con mucho oficio, son las mejores atendiendo a la clientela de todo el País Vasco.

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