Un octubre muy seco agrava el año con menos lluvia en un siglo en Vitoria
Aemet prevé que caiga algo más en noviembre y diciembre, pero no lo suficiente para evitar que el «anómalo» 2022 cierre con déficit de precipitaciones
El otoño se estrenó hace ya tres semanas en el calendario, pero en lo meteorológico «es como si estuviéramos a finales de verano». Con temperaturas ... agradables en las horas centrales –la máxima alavesa alcanzaba este mismo martes cerca de 23º en Zambrana– y el suelo reseco. Y no parece que el tiempo vaya a cambiar en un corto plazo, lo que hará aún más «anómalo» este año que figura como el menos lluvioso del último siglo en Vitoria. Aemet prevé un octubre «extraordinariamente seco» (Foronda ha contabilizado sólo 1,9 litros por metro cuadrado desde el día 1, aún muy lejos de los 69,8 de media para el mes completo) y, aunque parece que noviembre y diciembre serán «normales» en humedad, no caerá lo suficiente para que 2022 evite cerrar con un déficit de precipitaciones histórico.
La sensación de que este año apenas han caído cuatro gotas sobre el territorio «es cierta, ahí está el dato», apunta Miguel Ángel Manjón desde la delegación de Aemet en Euskadi. Entre enero y septiembre se han registrado 368,4 litros por metro cuadrado en Álava, un 35,8% menos que el promedio para este periodo (573,7). Y, desde mayo, todos los meses, uno tras otro, han sido calificados como «muy secos». «Así va a seguir. Amedio plazo no se espera nada de lluvia», insiste el experto, quien explica que lo habitual a estas alturas del calendario sería que «el chorro polar hubiera bajado de latitud y hubiera generado borrascas» que barrerían la Península –incluida esta provincia– con agua, muchísimo agua.
«No se va a recuperar»
En Aemet, eso sí, esperan que noviembre y diciembre se comporten dentro de la normalidad meteorológica, por encima de los 90 litros por metro cuadrado cada uno, una media que en 2021 se duplicó y derivó en importantes inundaciones. Se trata de «los meses más húmedos» en la provincia. «Pero tendría que llover mucho en ese tiempo para que 2022 no acabara con déficit de precipitaciones. Si cae sólo lo normal no se va a recuperar», plantea Manjón, que cree que el ejercicio quedará en la estadística como uno de los más secos. Por ahora no ha habido otro con tan poco agua en Vitoria desde 1919, cuando se tomaron los primeros registros en la estación que funcionaba en el instituto que hoy ocupa el Parlamento vasco.
368,4 litros por metro cuadrado han caído sobre Álava entre enero y septiembre, casi un 36% menos que la media para estos meses
La gran escasez de agua que soporta el territorio, y que ha mermado a la mitad algunas cosechas, es el resultado de un verano «extremadamente seco» y una primavera y un invierno «muy secos» que el inicio del otoño no va a compensar. Desde el 1 de enero sólo ha llovido 84 días –hay otros 25 que han caído cantidades «inapreciables»– y casi un tercio de ellos en forma de tormenta. Al último año hidrológico (del 1 de octubre de 2021 al 31 de septiembre de 2022) lo salvaron las fuertes precipitaciones que sufrió Álava, y sobre todo Vitoria, en el tramo final del ejercicio.
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