Álava registra ocho estafas por internet al día

La implantación de los ciberdelitos es una realidad que ha venido para quedarse. Y más tras los largos meses de confinamiento por la pandemia, donde el uso de ordenadores y móviles se incrementó de manera exponencial. 2015 sería el año que marcó su popularización, cuando la Fiscalía de Álava dio la primera voz de alarma. A partir de ahí, un crecimiento tan constante como preocupante.

El abanico de timos 'on line' es inmenso. Desde el envío masivo de supuestos requerimientos bancarios a la ya desfasada carta del millonario atrapado en otro país, pasando por las gangas en páginas de dudosa credibilidad que nunca llegan. «Toda la información que demos es susceptible de ser utilizada», suele recalcar Manu Viota, el mayor experto en ciberdelincuencia de la Ertzaintza.

«Es muy peligroso mandar tus datos, porque pueden abrir cuentas corrientes a tu nombre o solicitar préstamos», previene. El riesgo se multiplica «si enviamos documentación escaneada». Por ejemplo, el curso pasado se constataron 196 usurpaciones de estado civil.

2022 fue el año de la vuelta a la normalidad en materia de inseguridad. La estadística oficial marca 19.140 infracciones penales, un 19,26% más que un año atrás y un 1,37% menos que en el 2019, el último año precovid. La tendencia afecta a casi todos los municipios. De Vitoria (19,9% más) a Amurrio (11%), Llodio (32%) o Iruña de Oca (25,31%).

Los delitos sexuales, asimismo, siguen desbocados. El curso pasado se registraron 159 denuncias. 51 correspondieron a agresiones sexuales, un 70% más que en 2021 y un espeluznante 183% respecto a 2019. El sábado, sin ir más lejos, el Juzgado de Instrucción número 1 cursó un expediente por esta materia.

Fuentes judiciales muestran su «preocupación» por este tipo de delitos. En la Audiencia Provincial de Álava, los juicios por estos ilícitos son habituales.

Los patrulleros consultados por este periódico subrayan que «hemos vuelto a la realidad precovid». Por ejemplo, las bandas itinerantes que asaltan pisos han retornado a la provincia. A lo largo de 2022 se abrió acta en 834 ocasiones por este motivo. No suele resultar sencillo pillar a esta clase de delincuentes, que se giran de ciudad en ciudad. En este sentido, la noche del domingo, la Policía Local pilló in fraganti a dos supuestos ladrones en San Martín. Ninguno vive aquí.

2022 se recordará asimismo por dejar a cero el casillero de asesinatos y homicidios consumados. Y aunque la Memoria Delincuencial no lo refleja, un informe interno de la Ertzaintza advertía hace unas semanas sobre la baja tasa de resolución; un «35,75%». Ese guarismo representa casi dos puntos por debajo del objetivo de Seguridad, que lo achaca al fuerte impacto de la ciberdelincuencia.