«Desde que tenía ocho años me atacaba cuando nos quedábamos a solas»
La Fiscalía pide 11 años al padrastro y al tío de una menor por abusar de ella. Las defensas alegan que la denuncia oculta un afán de venganza de su madre
La Audiencia Provincial de Álava vio ayer otro presunto caso de agresión sexual a una menor en el ámbito familiar. Con la circunstancia de que ... no había un presunto atacante, sino dos. El padrastro y el tío. La víctima, todavía lejos de alcanzar la mayoría de edad, relató ataques paralelos en la intimidad desde «que tenía ocho años y medio». En cambio, tanto los investigados como sus abogadas achacaron este proceso penal a una hipotética venganza de la madre de la pequeña por motivos económicos.
Durante las más de seis horas que se alargó la vista oral quedaron claras las antagónicas posturas. Aunque en este tipo de procesos, sin testigos directos, la declaración capital corresponde siempre a la víctima. Cabizbaja y casi siempre con monosílabos a las preguntas del fiscal Fidel Cadena, esta chica sí alumbró lo que apunta a pesadilla. Otra más revisada por el máximo órgano judicial de la provincia, donde de un tiempo a esta parte la mayoría de los casos son de índole sexual. Y como ayer, con parientes directos sentados en el banquillo de los acusados.
«No dije nada por miedo a que hicieran algo a mis hermanos o a mi madre»
«Cuando mi madre se iba a trabajar, él (por su padrastro) se sentaba a mi lado y me tocaba. Le decía que no me gustaba», declaró la joven. Los tocamientos fueron a más. Pasó a sufrir «dos o tres» agresiones sexuales a la semana sin haber cumplido los diez años. «Paró un mes cuando mi madre se quedó sin trabajo y estaba en casa». Mantuvo el 'secreto' «por miedo a que hiciera algo a mis hermanos o a mi mamá».
Por si fuera poco, señaló también al otro sospechoso. Se trata de tío materno, al que visitaba con frecuencia. En este segundo supuesto, los ataques se producían «cuando subíamos al trastero». Este adulto paró cuando otra familiar, también menor de edad, le denunció por idéntico motivo y la relación entre los adultos se cortó. En principio, ni el padrastro ni el tío sabían de las supuestas acciones del otro.
Una experta forense describió a esta adolescente como «sumisa, introvertida, reservada» y que «no era capaz de poner palabras» a lo que le estaba ocurriendo. De ahí que callara hasta que su progenitora descubrió una conversación comprometida en el móvil de su entonces pareja con el otro acusado. En esos mensajes, los presuntos implicados daban a entender que conocían los ataques sexuales del otro. Ahí denunció ante la Ertzaintza. Corría el mes de noviembre de 2021. Los dos adultos acabaron en prisión preventiva «por el riesgo de fuga». El padrastro sigue en Zaballa.
Rebajas por el 'sólo sí es sí'
Ayer, durante sus interrogatorios, ambos negaron agresión sexual alguna. Se presentaron como parientes modélicos. ¿Y la denuncia? La achacaron a un malentendido por una multa de tráfico de «mil euros y pico» y a una supuesta influencia de la madre de la víctima. La relación con el padrastro iba a romperse, lo que la dejaría a ella y sus tres vástagos «en la calle». El piso donde residían pertenece al ahora reo. Así lo apuntaron las abogadas defensoras, quienes solicitaron la absolución para sus patrocinados.
La Fiscalía, por su parte, les considera responsables de «un delito continuado de agresión sexual a menor de 16 años». Su intención inicial era solicitar doce años de cárcel al padrastro y once para el tío. Ayer se vio obligado a rebajar seis meses cada solicitud por «la conocida como ley del 'sólo sí es sí'». La resolución de las magistradas Elena Cabero, Ana Zulueta y Marta Cantalapiedra se espera para dentro de unas semanas.
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