El obispo de Vitoria pide más seguridad laboral ante «las insostenibles cifras de siniestros»
Elizalde mantiene las reivindicaciones sociales en su homilía de la Romería de Estíbaliz, que ha servido para dar la bienvenida a las nuevas inquilinas del santuario
Por segunda vez en cuestión de cuatro días, el obispo de Vitoria ha vuelto a poner el foco en la justicia social durante su ... homilía. En este caso, en la romería de Estíbaliz, el broche de un puente festivo para honrar a los patrones de Álava. Coincidiendo con el Día del Trabajador -festividad de San José Obrero para la iglesia católica-, Juan Carlos Elizalde ha pedido este lunes en el santuario más seguridad laboral ante las «insostenibles cifras de siniestralidad laboral», con más de una treintena de accidentes mortales y un total de siniestros superior a los 38.000 en España. «Hablamos de muchas familias que encuentran dolor, sufrimiento y muerte en un ámbito donde debería ser ajeno», ha criticado el máximo representante de la iglesia alavesa.
Elizalde se ha detenido específicamente en la situación de los migrantes. Un colectivo que sufre «condiciones laborales en muchos casos insoportables». Con oficios como el cuidado del hogar o de los mayores, el obispo de Vitoria ha pedido «condiciones que dignifiquen sus vidas». «Arriesgaron mucho y dejaron todo atrás para una vida mejor, no para un infierno laboral», ha indicado.
Tras sus críticas a las grandes empresas en su homilía del pasado viernes, cuando habló también de un sistema ecónomico «asfixiante y dictatorial», Elizalde ha matizado ligeramente hoy. El prelado ha argumentado que «no se trata de criminalizar la riqueza, sino de repartir panes y peces para que nadie pase necesidad». «Los cristianos defendemos la vida por encima del beneficio, de los números y de la avaricia especulativa de unos pocos. Estamos comprometidos con la dignidad de toda persona y con el bien común», ha señalado.
Más dinero para el santuario
Elizalde también ha aprovechado la cita con la patrona para dar la bienvenida a las religiosas Peregrinas de la Eucaristía, las nuevas inquilinas del santuario de la patrona de Álava tras la marcha de los monjes benedictinos.
Elizalde se ha referido a las monjas como una «bendición» para la comunidad católica del territorio, al tiempo que ha pedido más limosnas para el santuario, que va a necesitar «obras de adecuación» tanto para que las monjas puedan vivir en él como para las propias actividades que se van a desarrollar en Estíbaliz para los fieles. «Si Estíbaliz es la Casa de la Madre y, por tanto es de todos, de todos es también su puesta a punto» ha defendido.
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