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La música en vivo retoma el pulso en Vitoria
Las salas Hell Dorado y Urban Rock Concept reabrieron este sábado sumándose a la oferta de Jimmy Jazz y Kubik. Público sentado, aforo reducido y mascarilla. «La gente presta más atención que nunca a los conciertos»
RAMÓN ALBERTUS
Domingo, 21 de febrero 2021, 05:58
Si nos imaginamos la música en vivo durante esta pandemia lo que oímos es una melodía entrecortada y repetitiva. Las salas de conciertos mantienen el pulso siempre que lo permiten las restricciones. «Después de un mes cerrados por fin volvemos», señalaban ayer los responsables de Hell Dorado en un anuncio en redes sociales. El local de la calle Venta de la Estrella reabrió sus puertas, por tercera vez en un año, con un concierto de la banda Liher en dos sesiones, al mediodía y a la tarde, algo ya habitual y un aforo para 58 personas. También la sala Urban Rock Concept con un público limitado a 60 asistentes, volvió a encender los focos mientras que los otros dos escenarios para el directo de la ciudad, Kubik y Jimmy Jazz, han aguantado abiertos.
«La verdad es que volvemos con muchas ganas. Reaccionamos como podemos y para marzo hay una agenda repleta si todo va bien», comentaba Txema González, responsable de la sala de Portal de Gamarra mientras preparaba todo antes de la actuación de The Niftys y Pinball Wizard, quienes derrocharon su energía sobre el escenario y cuya interacción con el público se limitaba tras la mascarilla. En un momento oscuro para la escena, el rock ha tenido que cambiar hasta sus horarios. Afectados por el cierre de la hostelería decretado por el Gobierno vasco –ninguna sala en España es rentable sin servicio de bebidas– tratan de mantener el ánimo confiando en que las restricciones únicamente se rebajen a partir de ahora. En la sala Urban Rock Concept notan una ligera recuperación en cuanto a interés de bandas. De cara al mes que viene hay cada vez hay más formaciones interesadas en volver a girar. «Hay lista de espera para marzo», comenta González, siempre con cautela, consciente de que las restricciones pueden cambiar. «Esperamos no tener que cerrar de nuevo».
A pesar de la incertidumbre y la intermitencia, el público responde y los grupos han vuelto a marcar en rojo sus calendarios. En busca de esa rentabilidad, Hell Dorado se ha reinventado habilitando una terraza anexa a la sala, una de las que entra en el programa 'Beste-Bat!', promovido por Musika Bulegoa y Gobierno vasco, que apoya a las programaciones culturales cubriendo gastos de contratación de los grupos. Ayer, Liher presentó su tercer álbum, 'Hemen herensugeak daude' (Aquí hay dragones) ante las miradas de aprobación del público. Entre los espectadores destaca un cierto compromiso por las artes en vivo. «Hay que contribuir para que se mantenga la música en vivo, no solo los artistas, sino todo lo que hay detrás como técnicos», comentaban Zuriñe, Elis y Arantxa antes de entrar a la sala.
Liher venía de una anterior gira con más de cien conciertos. Ahora contrastan los recuerdos esas imágenes de aquel público sudoroso con esta especie de patio de butacas. Cantar a voz en grito y bailar ha quedado a un lado. «Es verdad que no se puede comparar la experiencia», reconoce el público. A pesar de ello, Marcos García, fundador de la agencia Ayuken que lleva la agenda de Liher, ve una parte «positiva». «Desde mi punto de vista, la gente presta mucha más atención a los conciertos», comenta. La reapertura de estas salas se suma a la de Kubik y Jimmy Jazz. La sala del barrio de Coronación ha sido uno de los pocos recintos nacionales que ha mantenido una programación contra viento y marea desde que retomaron en junio la actividad con conciertos en 'streaming'. En sus agendas para la semana que viene se encuentran conciertos de Zetak y El Pacto Rock Band.