El mural en memoria del 3 de Marzo volverá a Zaramaga en otoño

Todo el mundo que lo vivió recuerda dónde estaba durante el 3 de marzo de 1976. Un momento en la historia del barrio de Zaramaga y de la ciudad que quedó representado en la fachada del edificio de viviendas de Reyes de Navarra 68 en 2013 y que ahora mismo no puede verse ya que ha sido cubierto por una capa de cerámica, pero no por mucho tiempo. El antiguo mural está siendo restaurado como parte del Plan de Inversiones Estratégicas para la regeneración de barrios del Gobierno vasco en el taller de la pintora y experta muralista Verónica Werckmeister, que ha dirigido junto Javier Hernández Landazabal un grupo de más de 30 voluntarios para plasmar de nuevo este día fatídico en tela y poder instalarlo de nuevo en esta fachada a finales de septiembre o principios de octubre en un proceso que se alargará dos semanas.

«Es importante mantener esta memoria sobre los sucesos del 3 de marzo», ha recalcado Werckmeister en su taller durante la presentación del proyecto este miércoles, las paredes empapeladas por las piezas de este puzzle que compondrán el mural final, «estamos muy agradecidas de que se pueda recrear algo tan importante y tan icónico». La técnica utilizada, pintar sobre una tela especial que posteriormente se pegará a la cerámica con una imprimación, tiene sus «ventajas y desventajas». «Al pintarlo a 15 centímetros podemos ver todos los detalles, pero también echarnos atrás para verlo desde lejos», ha explicado la experta muralista, «algo que con un andamio no se puede hacer». También recalcaba que de esta manera tenían el «lujo de tener tiempo para pintar», ya que llevan ocho semanas pintando «codo con codo» con los vecinos en una «experiencia colaborativa de barrio».

En las reuniones previas a comenzar el trabajo de restauración han tenido «muchas conversaciones sobre el 3 de marzo», suscitando la emoción entre los participantes y familiares al recordar lo ocurrido hace casi 50 años. «Una participante encontró entre las cosas de su padre, fallecido recientemente, la homilía original que escribió el cura para el funeral de los fallecidos», ha recordado la pintora, un papel valioso para la asociación del 3 de marzo ya que «no estaba censurada todavía». Entre recuerdos y experiencias, cafés, llantos y risas, se «continuaba esa memoria», ha expresado Werckmeister sobre el proceso de trabajo, en el que los participantes, algunos repetidores y otros novatos, cogieron brocha y rodillo para trabajar.

Miren Fernández de Landa, concejala responsable de la renovación social del Plan Zaramaga en el que se incluye este proyecto, ha rememorado la historia de una participante que recordó que desde su ventana se veía lo ocurrido «directamente» y cómo sus padres le decían que se agachara, pero ella quería ver lo que estaba pasando. Un recuerdo que, como novedad, será incluido en este nuevo mural compuesto por 51 piezas en total, representando el agrupamiento de las fuerzas policiales que se «preparaban para dar palos», ha descrito la pintora. También se incluirá como actualización el monolito en honor a los sucesos, una «reivindicación que se puso ese mismo año y que se quitaba y se volvía a poner», ha recordado Werckmeister, «y alguna sorpresa más».

«El 3 de marzo marcó un antes y un después en la historia de Vitoria-Gasteiz», ha recalcado Fernández de Landa, «un después que sigue sin cerrarse con esa reivindicación de memoria, justicia y reparación». «Zaramaga es un barrio obrero, feminista, diverso, un barrio de acogida tanto en los años 60 como ahora», ha descrito la concejala, «la memoria de Zaramaga no existe sin el 3 de marzo. Es por eso que recuperar este mural y colocarlo donde estaba es algo indispensable», ha concluido.

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