Que nos muevan los principios, no los premios

La proyección y materialización del Anillo Verde, nuestra joya de la corona en sostenibilidad, fue uno de los elementos más valorados para recibir el galardón, que cayó en nuestras manos cuando se le sumaron cuestiones como la recuperación de los humedales de Salburua, los planes de ahorro del agua o las acciones en materia de movilidad sostenible.

Diez años después nos hallamos ante una emergencia climática global y la sostenibilidad es una cuestión clave dentro de la agenda política. El reto es articular procesos de descarbonización que nos lleven a la neutralidad climática lo antes posible y en Gasteiz, gracias al trabajo realizado, nos encontramos en un posicionamiento de salida mejor que el de otros municipios.

El reto de la neutralidad es mayor en las ciudades ya que son los espacios que más población y emisiones concentran. Precisamente por eso, porque la lucha contra el cambio climático se juega en las ciudades, la Unión Europea ha puesto en marcha una misión para que cien ciudades europeas sean neutras en carbono para 2030. Gasteiz ha conseguido formar parte de esta misión. Ahora, el compromiso con lograr la neutralidad climática no es sólo para con nosotras, sino también para con todos aquellos municipios que encontrarán inspiración en las acciones que desde aquí llevemos a cabo. Desde EH Bildu no se nos ocurre mejor manera para celebrar el décimo aniversario de la Green Capital que reforzando nuestros compromisos medioambientales para dar respuesta a esta misión europea.

Sin embargo, esta doble celebración se ha visto ensombrecida por la amenaza que se ha vertido sobre el Anillo Verde, amenaza que nace de nuestro alcalde, quien debería estar liderando el proceso de descarbonización en vez de estar facilitando la mutilación de nuestra infraestructura verde más preciada. En unas recientes declaraciones, Urtaran reconoció que, si Mercedes se lo pidiese, talaría el bosque protegido de Zabalgana, dilapidando décadas de trabajo para su mantenimiento y conservación y menospreciando su valor ecológico y medioambiental.

Afortunadamente, Mercedes no le ha seguido el juego en tan disparatada idea y ha propuesto cubrir sus necesidades sin intervenir en una zona protegida. Pero, con tales afirmaciones, Urtaran ponía precio al Anillo Verde y lanzaba un peligroso mensaje: quien esté dispuesto a pagar, quien ponga dinero, dispondrá del espacio que quiera en nuestra ciudad, sin importar su valor ambiental.

Parece que nuestro alcalde no tuvo presentes las palabras de Berta Cáceres cuando blandió la motosierra contra el bosque de Zabalgana, demostrando que para él, una vez conseguidos los premios, poco importan los principios. Nosotras sí queremos rescatar esa idea para nuestra ciudad: para hacer frente a la emergencia climática y descarbonizar Vitoria-Gasteiz, que sean los principios de la sostenibilidad, la justicia social y la justicia ambiental los que nos muevan, no los premios.