Dos patinetes en una lonja okupada de Coronación. En la puerta, un joven que declara «buscar trabajo» y que en su país era «marinero». Igor Aizpuru

En las moradas de los multirreincidentes de Vitoria

«Buena parte» de los ladrones más activos de la capital alavesa reside en lonjas y fábricas okupadas. EL CORREO visita sus refugios, donde guardan la mercancía robada

Domingo, 7 de diciembre 2025, 00:46

¿Qué queréis? No podéis pasar sin una autorización». Dos moradores de una lonja okupada en Adurza se niegan a mostrar su morada u ofrecer ... demasiados detalles sobre sus vidas. Uno luce en su cráneo rasurado varias heridas con puntos recientes. Tiene 43 años y el pasado fin de semana fue la última vez que pasó por el juzgado de guardia. Lo hizo acusado de «un robo con fuerza» en una caravana. Salió en libertad con cargos. Arrastra «un carro de detenciones aunque ninguna condena en firme», trazan ertzainas y policías locales. Ese okupa, y supuesto multirreincidente, nada quiere comentar sobre ese currículo delictivo. «No hablo español», reitera, pese a que hace tres años de su llegada a la capital alavesa.

Publicidad

«Buena parte» de los delincuentes más activos del término municipal residen en lonjas y fábricas okupadas. En los informes de la Ertzaintza y la Policía Local hay detectada una decena de enclaves sospechosos. En pleno debate político sobre los multirreincidentes –PSOE, PP, Junts y PNV pactaron el jueves endurecer la ley–, EL CORREO ha visitado esos lugares donde, según diversas fuentes, guardan la mercancía robada. Se trata de un extremo cierto.

El recorrido por Coronación, Judimendi, Adurza, Casco Viejo o El Pilar deja varios encuentros con 'conocidos' de las comisarías de Aguirrelanda y Portal de Foronda. También la constatación de que, pese a carecer de trabajo alguno ni recibir ayudas económicas, almacenan a simple vista patinetes, bicicletas o teléfonos móviles en sus refugios, algunos con agua corriente y la mayoría sin luz. «Vivimos de la chatarra», alegan varios sin demasiado entusiasmo.

Salón improvisado en un local okupado de Judimendi

Es jueves y el reloj marca las 11.41 horas. Primera parada en Coronación, en una lonja por la que, desde la primavera de 2024, han pasado docenas de varones y hasta una pareja con menores a su cargo. «Es muy pronto, volved en una hora», solicita un joven con cara de recién despertado. Detrás aparece otro chico con mirada desafiante. No habla ni una palabra de castellano. «Llegó hace tres días», media su compañero. Dicen ser «ocho» hombres, la mayoría llegados «de Francia».

Publicidad

Hace unos días, ertzainas interceptaron a un vitoriano tras salir de ese recinto. Los agentes le requisaron «un pollo (dosis) de cocaína», que declaró haber comprado a dos okupas. Ambos acabaron imputados por un delito de tráfico de drogas. Sin embargo, los actuales residentes rechazan de plano cualquier práctica ilegal. «Buscamos trabajo» o «no queremos problemas» son algunas de las frases de un portavoz. Otro se declara «marinero». Cuando se le recuerda la lejanía del Cantábrico cambia el paso. «Trabajaría en cualquier cosa».

OKUPA VETERANO

«Cuando vienela Policía, entra, coge lo que buscay se marcha»

AGENTES

«Desmontan las bicicletas y las mezclan, para que los dueños no las reconozcan si las ven por las calles»

Llama la atención la rotación. Sólo queda un okupa de la última ocasión en que este periódico visitó el lugar, hace ya ocho meses. Ese veterano, más curtido, matiza que «cuando viene la Policía, entra, coge lo que busca y se marcha». ¿A qué se refiere? Turno para los agentes. «Tras un robo o hurto, normalmente van a las lonjas a ocultar el botín. Cuando sustraen un teléfono móvil, si la geolocalización funciona, entramos y la verdad es que te encuentras de todo».

Publicidad

Son buenos chicos

En otra ubicación de Adurza hay componentes de diferentes bicicletas esparcidos por el suelo. «Las desmontan y las mezclan, para que los propietarios no las reconozcan si las ven por la calle», indican agentes sondeados. Dentro de una lonja de Judimendi hay una bicicleta estática. Son cinco varones. Ninguno trabaja. «Se me acabó el dinero que me mandó mi familia», comparte uno. Callan cuando se les pregunta por sus fuentes de ingresos. Eso sí, todos sin excepción niegan conducta ilegal alguna.

El jefe de esta lonja fue arrestado hace una semana por «robo con fuerza»

«Vivir en estos lugares no sale gratis. Quienes los controlan les piden dinero», desgranan varios policías. No todos lo ven igual. «Son buenos chicos, al menos con nosotros», aseguran dos adolescentes en la puerta de la lonja de Coronación mientras aguardan a que salgan algunos okupas.

Publicidad

Las estadísticas oficiales de la Ertzaintza y la Policía Local sobre los primeros nueve meses del año en Vitoria marcan un aumento del 32% de los robos con violencia, del 17% en los robos con fuerza y del 22% en los hurtos. «Hay alrededor de medio centenar de delincuentes que, si fueran a la cárcel, se cortaría de raíz la subida de esas infracciones penales», pronostica una ertzaina.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad