La mirada femenina del Tres de Marzo

Fueron quienes se encargaron de los cuidados. Hay quienes lidiaron con insultos por acudir a las asambleas. Hubo heridas en las cargas. Hicieron paros y formaron parte de la huelga.

El libro 'Las mujeres de Gasteiz en la matanza del 3 de marzo de 1976' de las autoras Zuriñe Rodríguez, Itziar Mujika y Nora Miralles rescata los recuerdos de 22 mujeres que vivieron la tragedia que se saldó con el asesinato de cinco trabajadores durante una asamblea que se celebraba en la iglesia de San Francisco de Asís, en Zaramaga. «Todo el mundo dice que no puede entender cómo fueron cinco asesinados solo. Lo entendemos mejor si abres la puerta de las hogares para auxiliar a los obreros como hicieron esas mujeres», cuenta Itziar Mujika.

Con este trabajo de «ampliar la memoria» de un suceso que todavía se siente próximo, a pesar del paso del tiempo, se realizará una unidad didáctica y los relatos se pueden escuchar como audiolibro a través de Internet. El libro, a la venta en la librería Elkar y en la sede de la Asociación Víctimas 3 de Marzo, también incluye una veintena de imágenes inéditas. «Nos parecía interesante ponerles cara, nombres y apellidos» frente a la invisibilización «consciente o inconsciente» que han sufrido.

Lo cuenta la periodista Zuriñe Rodríguez, quien se ha encargado de coordinar la publicación que recoge las vivencias de algunas vecinas de Zaramaga como Carmen Landaluce, que calmó a las personas heridas en el hospital; Elsa Laconcha, que sufrió presiones en su empresa por acudir a la huelga o Consuelo Lastra, quien recibió un disparo de los grises en su brazo derecho.

«En algunos casos ha costado», cuenta la periodista acerca de la documentación de testimonios. «Cuando las mujeres hablan cuentan la historia a través de las vivencias de otros. Es algo que reconocen los expertos en memoria histórica y hay que hacer un esfuerzo para llegar a ellas», destaca. Esta tarea de recordar lo sucedido pretende contribuir a la «reparación de una deuda histórica», con las mujeres.

Este libro que traspasa «imaginarios masculinos» se suma a otras creaciones en los últimos años, como el documental 'Nosotras, mujeres de Euskalduna' que recuperan el relato en primera persona y completan la mirada acerca de determinadas luchas sociales.«Hay historias que me han llenado mucho. Como la de Merche, que vivía en frente de la iglesia cuando estaba ocurriendo todo. Ella cuenta cómo miraba por la mirilla casi sin ser consciente. Recibió a más de 20 obreros, les sirvió el café, les tranquilizó... Después de eso, muchas vecinas dejaron de hablarle. Me parece interesante porque habla de lo duro que fue todo aquello», narra Rodríguez.