1,1 millones de euros para la nueva perrera municipal

El Gabinete Urtaran presentó ayer en el elkargune de Convivencia, Defensa y Protección de los Animales su proyecto de reforma del Centro de Protección Animal (CPA), como se conoce oficialmente a la perrera municipal. La concejala Livia López anunció una inversión de 1,1 millones de euros para «nuevas instalaciones, tanto en la zona específicamente dedicada a animales como en el edificio donde se lleva a cabo la labor administrativa y veterinaria».

El proyecto se hace público en un momento muy delicado para la instalación, tras la denuncia «por maltrato animal» interpuesta contra el Ayuntamiento por la protectora de animales Apasos. Este colectivo y el Gabinete Urtaran mantienen un enconado pulso judicial, con cruce de querellas incluido, a raíz de los presuntos abusos sexuales cometidos por un trabajador municipal contra cuatro voluntarias de la protectora en la perrera. Hace unos días, el Gobierno local decidió zanjar su relación con la asociación denunciante y puso fin de forma unilateral al convenio anual, que expiraba el 31 de diciembre, rompiendo así una relación de 17 años.

En el elkargune, López señaló que «el compromiso del Ayuntamiento con el bienestar animal nos permite dar este nuevo paso. La reforma es un proyecto clave para mejorar la atención de los animales que alberga, mejorar las condiciones de trabajo y la atención a quienes acuden a estas instalaciones».

La principal obra de ampliación consistirá en la construcción de 32 nuevos cheniles dedicados al alojamiento de canes. Incorporará un sistema de canalización y drenado de aguas «que permita una correcta limpieza y desinfección». Apasos ha denunciado en las últimas semanas desatención de los animales y que se les ha prohibido el acceso a diferentes zonas para atender a los perros y gatos existentes.