Un millón desde la pandemia para obras en templos y objetos religiosos
El dinero público se ha dedicado a restaurar nueve iglesias, además de imágenes de santos, sagrarios, retablos o pinturas
La relación de los últimos años entre los responsables políticos de la Diputación y la Diócesis de Vitoria ha sido correcta, aunque no han faltado ... las diferencias. En cualquier caso, la designación foral anual para obras de la Iglesia no ha variado: en los últimos cuatro años ha destinado un millón de euros.
Así, cada ejercicio han salido de las cuentas de la Diputación 150.000 euros para bienes inmuebles, 40.000 para la restauración de obras culturales y otros objetos religiosos y 82.7000 euros más para el Museo de Arte Sacro, ubicado en la Catedral Nueva. En total, 272.700 euros cada curso. En el proyecto de presupuestos para 2025 que se presentó la pasada semana, las dos primeras partidas se reducen a la mitad –sólo se mantiene la correspondiente a la exposición en la Catedral Nueva– en lo que supone un duro revés para los planes de la Diócesis.
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150.000 euros Se dedican cada año para la recuperación de iglesias y ermitas. La más reciente, Nuestra Señora de la Asunción de Labastida.
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40.000 euros Para la restauración de objetos relacionados con la fe cristiana (sagrarios, retablos, santos...).
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82.700 euros Para la gestión del Museo de Arte Sacro. Esta partida no se recortará.
Y es que en los últimos años se han aprovechado esas aportaciones para sufragar el 50% de la restauración de las iglesias de San Juan de Manzanos, San Martín de Leza, la Asunción de Caicedo de Yuso, Santa María de Lapuebla de Labarca, San Miguel Arcángel de Askartza, San Andrés de Elciego, la Natividad de Berrikano, San Antolín de Urbina y Nuestra Señora de la Asunción de Labastida. Proyectos que sin la colaboración de las dos instituciones serían muy difícil de ejecutar en solitario.
«La Iglesia tiene mucho patrimonio histórico-artístico, que ha nacido de la fe del pueblo, y que seamos propietarios de ello no significa que no sea de interés público y cultural», justificó hace un par de años el vicario general, Carlos García Llata, en la presentación del convenio en un ambiente mucho más plácido que el que existe ahora entre la Administración foral y la Diócesis.
Además de las obras en edificios, el dinero público se ha empleado para rehabilitar imágenes religiosas, sagrarios, retablos, pinturas o realizar un estudio sobre el estado en que se encuentra la portada de Santa María de Laguardia.
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