El mercado inmobiliario se reactiva por el tirón de las viviendas con terraza
Promotores vitorianos destacan el «éxito» en la venta de pisos en barrios con amplias zonas verdes y de esparcimiento. «El confinamiento de primavera nos cambió»
El mercado inmobiliario no deja de sorprender. Incluso a los propios agentes del sector. Era difícil pensar en un pinchazo de la burbuja como el ... que hubo entre 2008 y 2013, aunque entonces la crisis económica fue algo estructural. Tampoco nadie pensaba al salir del confinamiento de primavera en una «reactivación como la que hemos vivido» en la venta de pisos. «Nos temíamos lo peor, pero lejos de retraerse el mercado ha repuntado», reconoce el promotor Carlos Fernández de Nograro.
Hasta septiembre, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), en Álava se vendieron 2.605 viviendas, más que ningún otro año –en esos nueves meses– desde 2010. Y en el tercer trimestre se han entregado «numerosas promociones», admiten profesionales del sector, que destacan el éxito» de ventas sobre todo en barrios como Salburua, con amplias zonas verdes alrededor y lugares para el esparcimiento. «El comprador actual busca eso, tener cerca espacios al aire libre, y sobre todo que la vivienda tenga una terraza más o menos grande», explica Julián Lizarraga, responsable de la promotora Adania. Antes de la pandemia del Covid-19 el balcón servía «poco más que para tener el tendedero. La gente quería aprovechar esos metros para otras zonas de la casa».
Ahora no, «ya sobre plano en lo primero que se fijan los clientes es en la terraza», constata Pilar Carolo, de la inmobiliaria Fincas Uleta. La vivienda «ha dejado de ser un lugar al que vas después de trabajar» para convertirse en un espacio «que tiene que tener el máximo confort y las mejores prestaciones: habitaciones amplias, bien equipadas para trabajar en ellas...».
El parque del Este en Salburua es una de las zonas con mayor tirón entre los vitorianos, «pero nosotros tenemos también promociones en Zabalgana o Esmaltaciones que se están vendiendo bien. Siempre nos hemos preguntado los agentes inmobiliarios de dónde sale tanta gente en la ciudad para comprar pisos», añade Carolo.
El cambio de casa para disponer de una terraza amplia o de una zona de esparcimiento cerca está detrás de un elevado porcentaje de las operaciones inmobiliarias que se han cerrado en esta nueva era 'post-Covid', muy por encima de quienes han comprado una vivienda para invertir. «En nuestro caso, hablaríamos de un 2%», señalan desde Fincas Uleta.
De segunda mano
Eso sí, los promotores también confirman que la adquisición de una segunda residencia «por parte de quien se lo puede permitir» ha crecido en los últimos meses. «En Lasarte se han vendido varios chalés», detalla Josu Sánchez, de Sarkis Lagunketa, pero también en otras localidades fuera de Vitoria «aunque en un radio de acción cercano que permite hacer vida en la capital. Hablo de Nanclares de Oca, Alegría-Dulantzi o Treviño», dice Fernández de Nograro. Y siempre bajo la premisa de querer disponer junto a la casa de un jardín.
La reactivación del mercado inmobiliario también se aprecia, a juicio de Ramón Perales, en la mayor presencia de viviendas de segunda mano disponibles en Vitoria –se han vendido 2.286 entre enero y septiembre, el 87,7% del total, según el INE–, «señal inequívoca de que la gente está cambiando de casa. Pensábamos que después del verano esa tendencia se frenaría, pero se ha sostenido en el tiempo». Aunque la segunda ola de la epidemia el coronavirus ha frenado en las últimas semanas las operaciones de compra.
«Las promociones de 200 viviendas han pasado a la historia. Ahora se verán edificios más pequeños», aseguran en el sector
«Pero no hay que ocultar que hemos tenido un ritmo muy bueno» de ventas hasta bien entrado octubre, opina Jaime Zabala, director comercial de la promotora Mountain View, con seis edificios nuevos en la capital alavesa entre Salburua, Zabalgana y Olárizu. «Son zonas de expansión que están gustando a la gente». Cree que con la pandemia han cambiado las prioridades de los clientes pero también el modelo de las promociones. «Las de 200 viviendas han pasado a la historia. Ahora se verán edificios más pequeños, donde se pueda iniciar antes la construcción y adelantar la entrega», añade.
Aunque la vivienda nueva acapara mayor protagonismo, sigue habiendo un mercado de segunda mano «atractivo» en Vitoria y que «últimamente se ha desplazado del centro a la zona de San Martín, Aranzábal o la Avenida de Gasteiz hasta Abendaño», apunta Fernández de Nograro. El traslado de las oficinas municipales a ese entorno «ha dado valor a esos pisos. Y estamos hablando de unos 2.700 o 3.000 euros el metro cuadrado».
La cifra de hipotecas crece y «mejora el perfil del cliente», aunque el final de año será incierto
La firma de hipotecas para la adquisición de una vivienda sigue al alza según constatan portavoces de diferentes entidades financieras. Durante el tercer trimestre creció un 20% en Euskadi –en comparación con el periodo julio-septiembre de 2019– en el caso de Kutxabank, que tiene una cuota de mercado próxima al 50%, mientras que en Caixabank en Álava registraron un aumento del 16%, en este caso respecto al segundo trimestre. Aunque en estos incrementos también tuvo que ver que hubo préstamos que no se concretaron durante el confinamiento y se dejaron para más adelante.
«Pero hemos apreciado esa importante producción hipotecaria en los últimos meses», confirma José Luis Bastarrica, director de la Red Araba del principal banco vasco, debido a la entrega de promociones de viviendas en Vitoria, sobre todo en zonas nuevas de expansión.
El perfil del cliente «también ha mejorado», destaca, «y no está habiendo problemas de financiación». A su juicio, el comprador cuenta con una capacidad da ahorro importante «para dar ese paso». Además, y según Ángel Garabieta, director del área de negocio de Caixabank en Álava, existe un elemento «muy favorable» en la reactivación del mercado inmobiliario, «las muy buenas condiciones hipotecarias con tipos de interés tan bajos».
En cualquier caso, ambos responsables aseguran que es momento de «ser prudentes» porque aunque el tercer trimestre de 2020 –al igual que el primero– «ha sido bueno», la segunda ola de la pandemia ha devuelto cierta incertidumbre a la economía. El temor a que de nuevo proliferen los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) o a un confinamiento que reduzca la actividad vuelve a estar presente. «Si la crisis se recrudece, todo cambiará».
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