Exterior del templo de Zaramaga, donde tuvieron lugar los sucesos trágicos del 3 de marzo hace ya 45 años. Rafa Gutiérrez

Las instituciones y el Obispado ultiman un memorial del 3 de Marzo en San Francisco

El acuerdo para convertir el templo que albergó la matanza en un museo donde se recupere su memoria es inminente y se articulará a través de una fundación

Miércoles, 17 de febrero 2021, 01:26

La parroquia de San Francisco de Asís, en el barrio vitoriano de Zaramaga, se convirtió el 3 de marzo de hace 45 años en el ... escenario de uno de los capítulos más negros de la Transición. La Policía Armada mató a tiros a los obreros Pedro Mari Martínez Ocio, Francisco Aznar, Romualdo Barroso, José Castillo y Bienvenido Perea que participaban en una multitudinaria asamblea dentro del templo. Distintas esculturas recuerdan en las calles de Zaramaga aquella trágica jornada que permanece grabada en la memoria de sus vecinos más veteranos y que las instituciones vascas ahora quieren que nadie olvide con la creación de un memorial en el interior de la iglesia.

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Según ha podido saber EL CORREO de fuentes de absoluta solvencia, representantes del Gobierno vasco, la Diputación de Álava, el Ayuntamiento de Vitoria y el Obispado se han reunido en las últimas semanas para impulsar la creación de una nueva fundación que gestione un espacio que a través de material audiovisual intente explicar al visitante cómo fueron aquellos años tras la muerte del dictador Francisco Franco y concretamente los luctuosos sucesos del Tres de Marzo. Un centro similar al que reclamaban las asociaciones de víctimas y familiares que, sin embargo, parece que se han quedado al margen de este proyecto que se pretende presentar en sociedad en próximas fechas.

Las instituciones implicadas han acelerado el paso con el objetivo de que eche a andar lo antes posible e incluso pueda coincidir en el tiempo con la inauguración del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo que, aún sin fecha concreta, podría abrirse en el centro de Vitoria -en el antiguo Banco de España- a finales del presente ejercicio tras seis años de obras. Esa prisa choca con la opinión de quienes conocen el interior de San Francisco, ya que consideran que necesita importantes reformas si se quiere transformar en un espacio museístico bien equipado.

Hace siete años que en esta parroquia ya no se celebran actos religiosos, por lo que no queda claro si será necesaria su desacralización. En este tiempo, el templo tan sólo se ha aprovechado para algunos conciertos navideños y la tradicional exposición de belenes. Incluso hubo un momento en el que se barajó la posibilidad de crear un museo con diferentes representaciones figurativas del nacimiento de Jesús, pero la presión de las asociaciones de víctimas y algunos partidos políticos provocó que finalmente se descartase esta posibilidad.

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Y es que los supervivientes de aquella indiscriminada acción de la Policía Armada y las familias de las víctimas llevan años reclamando a la Diócesis de Vitoria que ceda este edificio sin éxito dadas las discrepancias sobre el contenido de ese proyecto concreto entre el colectivo y el propietario del templo, el Obispado. Hace cinco años, y de manera puntual, sí que se permitió que se desarrollasen varias actividades conmemorativas dentro de la parroquia con motivo del 40 aniversario. Ahora, la institución que dirige Juan Carlos Elizalde parece dispuesta a participar en el patronato del nuevo memorial junto a las administraciones públicas.

Primera piedra

El acuerdo que próximamente se presentará supone tan sólo la colocación de la 'primera piedra' del proyecto. A partir de ahí quedará por decidir cómo llenar de contenido este amplio espacio y de qué manera relatar al visitante la convulsa década de los setenta para la sociedad alavesa. Este nuevo memorial completará en cierta medida la estrategia emprendida la pasada legislatura por el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, en la que se señalaron distintos rincones de la ciudad -el cementerio de Santa Isabel, la antigua cárcel de La Paz, el colegio Sagrado Corazón o el exterior del convento del Carmen- para recordar qué sucedió allí durante la dictadura.

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Los multitudinarios funerales de las víctimas en 1976. E. C.

Un enorme fondo documental para no olvidar 45 años de impunidad

A cualquiera se le sigue helando la sangre cuando escucha aquella conversación de radio entre responsables de la Policía Armada que participaron aquel 3 de marzo de 1976 en la matanza de la parroquia de Zaramaga. «Díle a Salinas que hemos contribuido a la paliza más grande de la historia (…) Tengo dos secciones y media paralizadas, la otra media tiene todavía unos poquitos… o sea, aquí ha habido una masacre. Cambio», se felicitaba uno de los despiadados agentes. Unos crímenes que 45 años después siguen impunes -pese a los múltiples intentos de la jueza argentina María de Servini por imputar al exministro Rodolfo Martín Villa- pero que Vitoria jamás olvidará gracias al enorme fondo documental que se conserva sobre aquella fatídica jornada.

Además de los audios entre los uniformados existen numerosas fotografías y vídeos que evidencian la brutal violencia que se empleó contra los obreros que se cobijaban bajo el techo de San Francisco de Asís. Material que se recopila en varios documentales ('Volver a Vitoria', 'Unidos por un sueño'...) que se han realizado durante todos estos años y que sirvió de base argumental para que Víctor Cabaco dirigiese en 2018 la versión cinematográfica de aquella matanza en la película 'Vitoria, 3 de marzo'. Sobre la matanza también dejó constancia el cantautor catalán Lluis Llach, que nada más conocer la muerte de los cinco obreros en Zaramaga en 1976 compuso los 18 minutos de 'Campanades a Morts'.

El Covid evidentemente condicionará este año los actos conmemorativos de esta fecha, a los que no se piensa renunciar para honrar a la memoria de sus víctimas.

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