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Matrimonio eclesiástico

El tragaluz ·

Ángel Resa

Martes, 5 de diciembre 2017, 00:18

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Mediante una adaptación moldeable de lo que Don Quijote espetó a Sancho Panza en la imperecedera obra de Cervantes ha llegado a nuestros días el dicho ‘con la Iglesia hemos topado’. Ojo, el firmante de esta columna no lo trae aquí en sentido peyorativo pese a las enormes taras religiosas del discípulo tardío y torpe de Santo Tomás que es. O como alguien que deposita más fe en las comprobaciones empíricas que en las creencias a pies juntillas de cuanto dicte la jerarquía. Me refiero a esa unión -que siempre deviene en fuerza- de Diocesanas y Jesús Obrero (Egibide) junto al prestigio académico de los jesuitas, rotulado en el ámbito universitario con el topónimo de Deusto. En vez de imbuirnos misterios insondables, las tres ramas eclesiásticas firman una alianza científica que se nos escapa a los profanos de la tecnología terminada en punta.

La coalición trascendente en pos de saber instaura en Vitoria el primer grado du(al) en Ingeniería Digit(al) -reiterativo el sufijo - del cabo de Gata al de Finisterre y del golfo de Rosas hasta la bahía de Cádiz. Definitivamente este idioma ‘smart’ me supera. Pensaba uno que le hablaban de un coche pequeño para manejarse bien por los vericuetos urbanos y resulta que tratan de hacerle entender algo relacionado con la postmoderna inteligencia artifici(al). El asunto guarda relación con la robótica y sólo esa referencia futurista me infunde cierto miedo, pero me repongo al pensar que detrás de cada uno de esos inventos existe una mente humana puesta a trabajar.

El proyecto universitario, primer desembarco de la ‘Uni’ jesuítica en la tierra adentro de esta provincia foral, pretende formar profesionales del último alarido (más que grito) en ese porvenir tecnológico que no se consiente una tregua y establecer el deseabilísimo cordón umbilical entre aulas y empresas. Los promotores de este plan añaden que ahí reside el futuro de esta tierra alavesa de promisión y en semejante visionario anhelo condensan dos libros bíblicos fundamentales: el Génesis inaugural del Antiguo Testamento y el Apocalipsis que abrocha el Nuevo Mundo.

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