«Mi marido se ahogaba en sangre y la ambulancia no llegaba»
Juan José murió en su domicilio después de una larga espera de 22 minutos. La UVI móvil de Vitoria, la única de la capital alavesa, estaba ocupada, por lo que tuvo que venir una de Mondragón
«Lo único que quiero es que nadie vuelva a pasar por lo mismo y sufrir esos momentos de angustia e impotencia que vivimos mis ... hijos y yo». Montserrat Martín se estremece y no puede evitar las lágrimas cuando relata lo que ocurrió el fatídico 18 de mayo del pasado año en su domicilio de Vitoria. Su marido, Juan José Montero, de 62 años, había sido diagnosticado de un cáncer de garganta y estaba en tratamiento. Estaba en el salón de la casa cuando sintió que no podía respirar y alertó a su esposa. La mujer vio que se ahogaba en sangre y avisó inmediatamente a los hijos. Mientras los chicos trataban de liberar las vías respiratorias de su padre, Montserrat muy nerviosa pidió a una vecina que llamara a una ambulancia. La UVI móvil de Vitoria, la única de la capital alavesa, estaba ocupada, tenía que venir una de Mondragón. «Mi marido se ahogaba, no sabíamos qué hacer, las vecinas llamaban al 112 y la ambulancia seguía sin aparecer». «Yo veía que se estaba yendo».
Un ertzaina llegó cuando habían pasado 18 minutos desde la alerta al 112 y trató de ayudar. Cuatro minutos después llegaban el médico y el enfermero de la UVI móvil. Lo intentaron, pero no lograron salvarle la vida. «El médico se sentó a mi lado y me dijo que mi marido había fallecido y yo le dije 'pero por qué no han llegado antes? El chico me dijo 'yo he venido de Mondragón a toda hostia para intentarlo' y que lo sentía». «Pero ahí se quedó mi marido sin ayuda, con la angustia de mis hijos. No se merecían esto».
Después de más de un año, Montserrat ha encontrado fuerzas para denunciar su caso públicamente y estudiará enviar un escrito a Osakidetza. Su denuncia se suma a otros muchos incidentes que han vivido en los últimos años los pacientes alaveses por la falta de ambulancias medicalizadas, más conocidas como UVI móviles. La secretaria general del PP alavés y juntera Ana Salazar, cuya formación lleva años exigiendo al PNV que refuerce la red de ambulancias del territorio, recordó que la provincia sólo cuenta con una de esta dotaciones claves para urgencias vitales con base en Vitoria. «Hay otra aparcada en Llodio y digo aparcada porque trabaja constantemente en Bizkaia», denunció. Partidos y sindicatos hace tiempo que piden dos UVIs más, una para traslados entre hospitales y otra con base en el parque de bomberos de Nanclares.
900 100 945
Reiteró que Osakidetza no cumple en el territorio los ratos que dicta la Organización Mundial de la Salud (OMS), que habla de la necesidad de que haya una UVI móvil por cada 120.000 habitantes cuando en la capital alavesa viven ya 255.000 vecinos. La formación ha presentado iniciativas en el Ayuntamiento de Vitoria, en las Juntas Generales y en el Parlamento vasco «pero el PNV no hace caso y mira para otro lado». Así que Salazar ha anunciado que «vamos a elevar el tono». Así el PP alavés ha abierto un número de teléfono, el 900 100 945, para que los ciudadanos denuncien situaciones que hayan vivido por la falta o tardanza de ambulancias y hagan sus sugerencias. Llevarán sus testimonios al Ararteko, al Gobierno Vasco «y a Bruselas», anunció la dirigente popular, quien también recordó que ha habido problemas con las centralitas del 112 que en febrero pasado llegaron a estar 25 minutos caídas.
La secretaria general del PP vasco y parlamentaria Laura Garrido calificó como «muy graves» situaciones de «angustia» como la que ha vivido esta familia vitoriana. «Hace tiempo que suceden este tipo de hechos con consecuencias dramáticas y el PNV mira para otro lado». Garrido recordó asimismo otros «recortes» como el cierre del PAC de San Martín, la reorganización de las Urgencias hospitalarias o el cierre de consultas rurales. «Osakidetza ya no es un servicio de referencia y en todas las encuestas empieza a aparecer como un problema».
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