Entrevista a la escritora vitoriana

Maider Pérez de Heredia: «El racismo se manifiesta muchas veces de forma encubierta y subliminal»

«Es un ejercicio de empatía y de ponerme en los zapatos de personas que, desafortunadamente en Europa, por su origen, su religión, su manera de vestir o color de piel pueden estar tremendamente estigmatizadas», cuenta acerca de un debut literario que no surge como capricho. Sino que tiene que ver con una afición que le viene de lejos. «Escribir me ha salvado en muchas situaciones de mi vida», afirma acerca de una actividad que le sirve para «canalizar» lo que siente y que ha llevado a cabo en blogs.

En este debut, la protagonista, Julia, es una joven española que se enamora del egipcio Hamza. El enredo se inicia cuando deciden viajar y conocer a la familia de él mientras se celebra el Ramadán. Además del choque cultural, Julia se enfrenta a los comentarios de la madre de Hamza, quien desconfía de ella. Sobre todo influenciada por las noticias y comentarios que llegan acerca de una España que (en la ficción) se dibuja como una dictadura con una población muy empobrecida y gente que trata de huir.

Este escenario se acompaña de conversaciones incómodas acerca de las tradiciones, la religión o el verdadero significado de la occidentalización. Egipto es el decorado de esta «historia de amor muy dramática», dividida en 19 capítulos. El hotel Old Cataract -donde Agatha Christie escribió 'Muerte en el Nilo'-, las pirámides o el barrio rico de Heliópolis son algunos de esos sitios de una novela que, aunque trata de cuestionar los principios morales, se aligera con toques de humor.

Aunque en las propias páginas trasluce la influencia que han tenido en la autora firmas como Naguib Mahfuz («me transporta muchas veces a ese mundo de historias mágicas que tenemos en la cabeza de Oriente Próximo»), la mayor parte de la trama transcurre alrededor de una mesa. De hecho, una docena de platos y postres aparecen con su receta a pie de página. «Soy una fanática de la gastronomía, por eso me dedico a la hostelería», apunta Heredia, que ha sido responsable hasta este agosto del bar 'Koko' y se encuentra ahora inmersa junto Ismail Hasam en las obras para la apertura en las próximas semanas de un nuevo local de restauración llamado 'Arima', en el antiguo 'Pantxika' de la calle Herrería. En los ratos libres que le dejaba atender a la clientela del 'Koko', terminó los últimos episodios del libro. Por experiencia sabe que se «socializa y se conoce mejor» a la gente con un plato delante. «Es alucinante lo que se puede saber de una cultura por su comida».

El título de la novela alude a la película 'Adivina quién viene esta noche' (1967), de Stanley Kramer, en la que una pareja interracial, a la que dieron vida Katharine Hepburn y Sidney Poitier, se presentó por sorpresa en la casa de ella. «Fue fundamental para abrir conversaciones que se produjeron después. En aquel momento estaban vigentes las leyes de segregación en muchos estados y casarse con una persona de otra raza estaba penado», dice sobre este filme que ha visto unas ocho veces.

- La protagonista de su libro, Julia, es espontánea y un poco bocazas. Como cuando dice que el ayuno es una «tortura» en pleno Ramadán en casa de sus suegros.

- Creo que todos somos un poco bocazas cuando tratamos con personas de otras culturas. Si aprendemos y no lo repetimos, suficiente. En el libro trato mucho la empatía selectiva. Pero quiero dejar claro que yo no he vivido en mis propias carnes el racismo y la legitimidad que tengo para hablar de ello es muy limitada. Soy una persona blanca y europea. No soy una persona que ha experimentado racismo en su vida, afortunadamente.

- ¿Y ha vivido situaciones similares a las que narra en torno a estereotipos?

- Situaciones en las que he estado (se lo piensa).

- Comentarios por tener una pareja egipcia.

- Preguntas sí que se nos han hecho siempre. Por ejemplo, si me he convertido al Islam. Si mi pareja fuese de Zaragoza no me preguntarían si soy cristiana. Sobre todo lo que sí he escuchado -y es algo que aparece en el libro- son refranes como 'te prometo el oro y el moro' o 'trabajar como una negra'... Los escucho con mucha naturalidad y la gente no es consciente de que tiene una carga racista. El racismo no se manifiesta solo con un 'vete a tu país'. La mayoría de las veces se opera de forma muy encubierta y subliminal.