Lecciones para dejar el nido
La asociación Apdema da apoyo a personas con discapacidad intelectual para que aprendan tareas del hogar y cuestiones relacionadas con el aseo
A. Carazo
Domingo, 19 de noviembre 2023, 07:11
Todo son dificultades cuando uno abandona el 'nido' del hogar familiar y echa a volar para disfrutar de la vida independiente. Y más aún cuando ... se trata de personas con discapacidad intelectual. La asociación Apdema ha atendido a 42 miembros de este colectivo durante el último año, según su memoria. Once de ellos viven solos; dos están en pensiones y 29 comparten piso con su pareja, amigos o un familiar. «El programa de Apoyo a la Vida Independiente (AVI) ofrece ayuda, orientación y apoyo a las personas con discapacidad intelectual que deciden vivir de forma independiente y que prestan necesidades o carencias en determinados aspectos que no pueden satisfacer o solucionar por sí mismas», apuntan los portavoces de Apdema.
Se les ayuda en tareas personales como ir al aseo, vestirse, hábitos de sueño, comer y beber, preparar la medicación o atender al teléfono. También se incluyen trabajos del hogar como la limpieza, hacer la colada, ordenar la ropa, la plancha, cocinar o atender a animales y plantas.
Estos no son los únicos servicios que Apdema tiene para aquellos que, por deseo o fuerza mayor, tienen que independizarse. Para eso, la Diputación cuenta con once hogares entre Vitoria (siete), Oion (dos), una en Llodio y otra en Amurrio que atienden a un máximo de diez personas en cada uno de ellos. «Se ofrece cobertura permanente y durante todo el año. En ellos, se proporcionan programas individuales de apoyo, siempre en coordinación con el entorno comunitario», indica Apdema.
Pero en estos mismos recursos también se acoge a personas con discapacidad por necesidades particulares de sus familias o situaciones puntuales de urgencia de las propias personas. Ahí se puede incluir una persona cuyo cuidador está hospitalizado o en periodo de convalecencia y también otro tipo de casuística que le hacen imposible recibir atención en su entorno habitual. La memoria apunta que 17 discapacitados han participado en este plan, donde el mayor frisa los 65 años y la menor ronda los 28.
La tercera 'pata' de estos planes es el denominado programa de respiro. Se trata de una fórmula de apoyo a las familias de niños con discapacidad en edad escolar durante los fines de semana y las vacaciones. Disponen de un piso en Vitoria y funciona todo el año. Además, también se ofrecen estancias de cinco días en los periodos vacacionales (Semana Santa, San Prudencio o verano). En el último ejercicio participaron 24 pequeños con edades que rondan entre los 10 y los 21 años.
«El principal objetivo del servicio es mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual respecto a su vida diaria en relación con el hogar y con el entorno comunitario correspondiente. Para ello, perseguimos favorecer la felicidad a la vez que desarrollar y mantener el mayor grado de autonomía posible en el ámbito del hogar y el entorno comunitario, y normalizar el estilo de vida del usuario, según sus deseos personales y el entorno comunitario y normalizar el estilo de vida según sus deseos personales y el entorno comunitario en el que se mueve», explican los responsables de Apdema.
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