La amenazada rana ágil cría ya en Olárizu y Zabalgana

Los técnicos de Anillo Verde de Vitoria estiman que su población es ya de 1.500 ejemplares localizados en 17 humedales del municipio

rosa cancho

Miércoles, 8 de junio 2022, 13:50

La Unidad de Anillo Verde de Vitoria ha detectado dos nuevas poblaciones de rana ágil en Olárizu y Zabalgana, con lo que este delicado anfibio, símbolo de la recuperación de los humedales, amplía su zona de cría. En Olárizu, explican los técnicos, sólo se ha localizado una puesta de huevos, lo que indica que la población allí aún es pequeña. Pero en Zabalgana se han descubierto 21 puestas en las lagunas situadas al norte del parque. «Se considera que este enclave alberga una población destacable de rana ágil».

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Esta rana de color pardo y de largas ancas posteriores recibe su nombre por los espectaculares saltos que realiza y que pueden alcanzar los dos metros. Está protegida, ya que es una especie amenazada aún presente en el puerto de Vitoria y Castillo, en la base de los Montes de Vitoria a la altura de Aberasturi, en los robledales de La Llanada entre Zerio, Argandoña y Askartza y, por supuesto, en los humedales de Salburua y el río Zadorra, en el tramo de Eskalmendi.

Esta especie, de origen centroeuropeo, penetra en la Península Ibérica solamente en el País Vasco y Navarra. En Álava mantiene sus principales poblaciones en Ayala, estribaciones del Gorbea, Izki-Montaña Alavesa y La Llanada Alavesa. Su hábitat natural son los bosques de robles, donde necesita que haya humedales donde reproducirse. «Además, no le sirve cualquier laguna; selecciona las que son profundas y tienen vegetación acuática», detallan los expecialistas del Anillo Verde. «Teniendo en cuenta que la mayoría de los robledales del País Vasco han sido talados y se han desecado una gran parte de sus lagunas naturales, la rana ágil ha pasado a ser una especie amenazada, hasta el punto que en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas se considera 'vulnerable', la categoría anterior a calificarla como 'En peligro de extinción', agregan.

Es una especie difícil de detectar en su fase adulta, excepto cuando se concentra en los humedales donde se reproduce. Esto ocurre al final del invierno, en febrero y marzo, y en este momento se puede estimar la población existente simplemente contando las puestas de huevos presentes en cada laguna. En diez años su presencia en Vitoria ha crecido y ya se tienen censos de 17 humedales. Así la población municipal mínima estimada habría pasado de 435 ejemplares en 2011 a algo más de 1.500 en 2022.

«Estas buenas noticias no deben desviarnos de la realidad de esta especie amenazada: sus poblaciones siguen siendo muy pequeñas y en general aisladas entre sí, lo que evidencia su altísima vulnerabilidad. Esto obliga a seguir implementando medidas de mejora y conservación de sus poblaciones», ha destacado el concejal de Planificación y Gestión Ambiental, César Fernández de Landa.

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