Kepa Urigoitia: «Con lo que está costando Txagorritxu se podría haber hecho otro hospital»

- Dedicó su discurso de ingreso en la Real Academia a la medicina rural. ¿Es la gran olvidada?

- Siempre ha sido la Cenicienta. Por mi procedencia como médico rural me pareció que podía subir de plano esa medicina. Me gusta decir médico de pueblo. Considero sumamente importante ese trato cercano con el paciente, ese componente humanista de la relación que, por desgracia, las circunstancias están haciendo que desaparezca.

- La salud de los consultorios de pueblo de Álava es frágil, no logran cubrir las plazas y el verano ha sido duro.

- Cuando hay mucha oferta y pocos a quien ofrecer, pues esos pocos pueden elegir y ¿qué van a hacer? Hay plazas de muy difícil cobertura y la salida pasa por incentivarlas. Y no es sólo económicamente, que también, sino con formación, con méritos, con poder tener mejor acceso a plazas... Ya otros lo están haciendo.

- ¿Y más estabilidad?

- Mire, es que ese es el campo de batalla. La estabilidad sólo se puede conseguir por un concurso oposición y, bueno, pues voy a negar la mayor. La propia ley establece que en determinadas situaciones, y el colectivo médico entraría en ellas, se puede acceder por un simple concurso de méritos. Eso que ya se está barajando, llevamos diciéndolo años.

- ¿Esas 358 nuevas plazas en Atención Primaria anunciadas por Sagardui son suficientes?

- Bueno, es que no son todas de médicos de familia, hay de pediatras, de administrativos... De médico son poquísimas.

- ¿Y para Álava?

- No sé el número, pero serán absolutamente insuficientes.

- ¿Caminamos hacia que haya consultas sólo con enfermería?

- Partimos de una base: médicos y enfermeras trabajamos en equipo y cada uno tenemos unas funciones muy delimitadas, por conocimientos y por ley. Lo que no se puede es decir que se abre una consulta médica sin médico, imposible, será de enfermería. Es como un azucarillo sin azúcar. Un punto de atención continuada sin médico será un punto de atención continuada de enfermería y eso implica que se harán las labores propias de enfermería y no otras. Las enfermeras también están diciendo 'ojo, que no queremos una responsabilidad que no nos corresponde'.

- Los modelos madrileño o gallego de Urgencias pueden aterrizar en Euskadi.

- No se puede colocar a la población en esa situación. ¿Por qué se está hablando de hacer un triaje desde administración? Primero, ¿es su labor hacer triaje? Segundo, ¿y la protección de datos? Pero hay una cosa que me enfada, llevamos tiempo pidiendo un pacto por la sanidad porque no puede ser lo que está ocurriendo. El problema que existe en Madrid existe en todo el Estado, también aquí. Es un error de base politizar todo ese tipo de aspectos. Se necesita un pacto conjunto para conseguir soluciones, no para buscar réditos políticos. Hablamos de beneficio de la sociedad, de que la atención sanitaria no pierda calidad como la está perdiendo.

- Euskadi va a cambiar la ley para poder contratar a médicos extracomunitarios. ¿Eso ayudará a paliar déficits?

- Una cosa es agilizar las homologaciones y otra que, por agilizar, haya un coladero y se pierda calidad. Pero ahora le hago yo otra pregunta: ¿Qué hacemos con los 8.000 médicos que no tienen la especialidad porque no han entrado en el MIR y cuya formación está reconocida internacionalmente? ¿Por qué no pensamos que igual podemos también tirar de ellos? Con voluntad no basta, debe ir acompañada de dinero. Para una cuestión tan importante como es la salud de la población parece que escatimamos el céntimo.

- En Bilbao los cirujanos cardiacos están en pie de guerra por la fusión de los servicios de Basurto y Cruces. ¿Le parece bien que sea el juez el que decida?

- Nos hemos acostumbrado en esta sociedad a que en todo, en política y en gestión, sean los jueces los que decidan y yo creo, desde luego, que no deberían estar para eso. El gestor tiene que gestionar y tomará decisiones que gustarán más a unos que a otros, pero antes deberá sentarse a ver cuál es el problema, consensuarlo y dar el paso.

- Vivió de cerca esos mismos problemas cuando se fusionaron Txagorritxu y Santiago en el HUA. ¿Quedaron traumas de aquello?

- La supervivencia del ser humano lo que hace es que te adaptes a las situaciones.

- La fusión no ha terminado, está a punto de vivir la traca final con el traslado de urología o psiquiatría a Santiago. ¿Hay inquietud entre los médicos?

- Sobre todo entre las personas afectadas. Usted sabe que yo siempre he defendido dos hospitales generales en Vitoria, con lo que eso representaba, con todos los servicios. Se ha optado por otro modelo, el del HUA, que no tiene marcha atrás por más que llegó a estar presupuestado un nuevo hospital. Yo les pediría que se sienten a la mesa con los interesados para que al menos los daños colaterales sean los mínimos, y no hablo sólo de los médicos sino de los posibles perjuicios a los ciudadanos.

- El vitoriano no ha entendido la fusión de las Urgencias que, por cierto, están saturadas. ¿A qué lo achaca?

- Es que Primaria está como está pero el problema no es solo de ella, es de todas las especialidades.

- El PNV se negó a convertir Santiago en hospital de crónicos y es lo que va a pasar aunque siga sin reconocerlo. Mientras, ha duplicado el tamaño de Txagorritxu. ¿Cómo ve la dimensión de megahospital que va adquiriendo Txagorritxu, con toda esa nueva tecnología?

- La nueva tecnología es absolutamente necesaria en Txagorritxu, Santiago y en Tegucigalpa, tenemos que ampararnos en ella, no podemos practicar la medicina del siglo XVIII. Ahora bien, la tecnología no va sola a ningún sitio, se ubica donde alguien decide. Y, una vez iniciado ese camino, la excusa es muy simple: 'Es que tengo todo aquí, me resulta mejor, cómo voy a montar otra...'. No oiga que tiene ya usted cosas montadas. Sáquenme las facturas de lo que les está costando hacer lo que están haciendo porque con lo que les está costando habríamos hecho otro hospital en Vitoria.

- Pasado ya lo peor de la pandemia, ¿quedan heridas abiertas?

- Algunas no han cicatrizado y otras han dejado una huella profunda. Los médicos somos personas, estamos constituidos de los mismos elementos que cualquier vecino y lo que ha pasado ha dejado problemas de salud mental en muchos más casos de lo que la gente se piensa.