«'Kazajistán' era tan vertiginosa que la he tenido que frenar», asegura Txumi Sáez

Justo cuando en Valencia el Baskonia se juega el título de la ACB, en la novela se juegan los playoffs de la temporada, en el Fernando Buesa Arena. De este modo, la capital alavesa aparece como un importante escenario en 'Kazajistán', que da nombre al libro pero sólo es uno de los muchos escenarios de la novela, que lleva al lector a Galicia, Cataluña, León, Madrid o Huesca. Pero también a Bruselas, Teherán, Astaná o Mar del Norte. «Escribir de lugares conocidos resulta más cómodo para el autor», que ha vuelto a recorrer agenda y teléfono móvil en mano las diversas localizaciones de su ciudad, con la mirada puesta en la trama literaria.

«En este caso, Vitoria es fundamental porque el desenlace se desarrolla aquí», tras un atentado yihadista que sirve de prólogo a una posible catástrofe de terribles dimensiones. «Hay unas investigaciones que llevan al pabellón como lugar donde podría estar el arma nuclear, en plena final», apunta el autor, que ha sembrado de acción y ritmo las páginas de su libro, disponible tanto en Amazon como en la librería Ayala (en papel).

Entre quienes ya han conocido esta segunda entrega de la 'Trilogía del Este' hay tanto lectores que la prefieren a la anterior novela como quienes son más fans de 'Siberia'. En cualquier caso, Sáez precisa que la primera «es un 'thriller' de acción, pero con un ritmo más progresivo, mientras que 'Kazajistán' coge velocidad de crucero enseguida. Tanto que era tan vertiginosa que la he tenido que frenar en un par de momentos, porque no se pueden mantener la tensión y el ritmo a esa velocidad», argumenta el escritor. Por eso ha intercalado «escenas más lentas, temas personales de los protagonistas o incluso notas de humor negro».

Esto último encaja con el carácter claramente psicopático de alguno de los caracteres. «Es un arma de doble filo. Por un lado, es atrayente por esa psicología que probablemente se escape a nuestra comprensión. Pero, por otro, resulta un reto difícil de conseguir que caiga simpático el personaje», reflexiona.

Entonces, el escritor señala que «creo que lo he bordado en el caso de Masha -la asesina rusa que repite, junto al policía Javier Galarreta, tras debutar en 'Siberia'-, aunque sea alguien que ejecuta sin ningún problema a quien le pongan delante, de la manera más brutal posible, sin ningún remordimiento», pero con una munición hueca que hace explotar las cosas . «Si lo analizas fríamente, sería un personaje repulsivo», indica Txusmi Sáez.

Fue a ella a quien Galarreta persiguió hasta el agotamiento en el primer libro. Ahora, el policía «se ve forzado a investigar, porque se lo pide el Estado, tras irse a pasar sus últimos años de trabajo en un destino tranquilo en su Huesca natal. No sé si tiene ya el cuerpo para una tercera parte», aventura el autor.