Juzgan a dos miembros de una banda que falsificó 200 tarjetas de crédito por toda España y las usó en Vitoria
Compraron dos móviles por 2.900 euros en la capital alavesa tras agotar el saldo diario de hasta tres víctimas, todas residentes fuera del País Vasco. La Fiscalía pide la expulsión para ambos
Una estafa a nivel nacional. La adquisición de dos teléfonos móviles en una gran superficie comercial vitoriana, abonada con el dinero de tres ciudadanos desconocedores ... de que sus cuentas corrientes estaban hackeadas, trajo ayer lunes al Palacio de Justicia de la Avenida de Gasteiz a dos investigados fuera de lo común. Se les tiene por supuestos miembros de una banda procesada por «falsificar más de doscientas tarjetas bancarias por todo el país».
En el Juzgado de lo Penal número 1 sólo se revisa el timo en la compra de estos móviles, valorados en 2.900 euros. «Un apéndice de una macrocausa», definió el abogado de uno de los encausados. La matriz se abrió, hace casi tres años, a raíz de una denuncia en Santiago de Compostela que llevó a la Policía Nacional hasta Bizkaia, tras seguir un rastro durante cinco meses por Oviedo, Palencia, la Costa del Sol y la Comunidad Valenciana.
En todos esos lugares, ciudadanos anónimos denunciaron cargos en sus cuentas sin venir a cuento y por oporaciones que no realizaban. «Vi que tenía una compra en Vitoria cuando jamás he estado allí», relató ayer desde Málaga una víctima. 922 euros le cargaron a ella por este método fraudulento conocido como 'phishing'.
Conseguir los datos personales
Se supone que este grupo criminal envió cientos, o miles, de 'sms' con una alerta falsa de una entidad legítima (un banco) alertando de un supuesto fallo de seguridad y pidiendo introducir de nuevo sus datos personales. Darlos implicaba un cheque en blanco a esta organización. Cuando la Policía Nacional entró en las viviendas vizcaínas de estos sospechosos –se cree que son pareja– y del presunto cabecilla hallaron un puñado de teléfonos con varias cuentas corrientes asociadas y pertenecientes a las víctimas. El desfalco supera los 70.000 euros.
En Vitoria adquirieron los dos teléfonos con el método 'contactless' (pago por aproximación del móvil al datáfono). «Recuerdo que costó bastante hacer el pago», matizó la empleada que les cobró. Al parecer porque le saltó la alerta a –al menos– una de las víctimas. «Recibí un primer pago y anulé la tarjeta cuando me entraba un segundo», explicó por videoconferencia la mujer malagueña. Tiraron entonces de la tarjeta de un madrileño al que le sablearon 600 euros en un periquete. El resto lo sacaron de un tercer estafado que ayer no se enganchó a la videoconferencia prevista.
Esta pareja reservó otro par de terminales que jamás pasó a recoger. Hay imágenes de ambos realizando la compra en Vitoria, pese a que uno negó haber estado en la capital alavesa hasta ayer.
«Como la infanta»
Los procesados se negaron a responder a las preguntas de la fiscal Aida Lozano, quien reclamó la expulsión a su país, Marruecos. Por cierto, la jueza Beatriz Román apercibió al sospechoso varón para que se descubriera el rostro. Se colocó la mascarilla al entrar en la sala de vistas tras esperar en el pasillo a cara descubierta.
La letrada de la acusada dijo que su patrocinada nada sabía del presunto timo, que atribuyó al otro procesado. «Le pasaba lo mismo que a la infanta (Cristina)», soltó.
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