Un juzgado de Vitoria insta de nuevo al Gobierno vasco a garantizar la salud de los ertzainas

Hace una semana, esta sala –dirigida por Raúl Aztiria, conocido por ser uno de los jueces del caso De Miguel, que desembocó en la condena por corrupción al exnúmero 2 del PNV en Álava– dio al Gobierno vasco «24 horas» para aplicar una larga serie de puntos de contención, como la desinfección diaria de las comisarías. El departamento dirigido por Estefanía Beltrán de Heredia recurrió ese auto.

Y ayer, martes, este juzgado dio su última palabra. Si bien eliminó la exigencia de las 24 horas, sí conminó a Seguridad a dar pasos «de manera urgente» para asegurar la salud de los ertzainas que patrullan estos días por las calles y carreteras del País Vasco.

El auto, contra el que ya no cabe recurso, es claro. «No cabe duda de que uno de los colectivos en riesgo es la Ertzaintza, que se mueve en un espacio geográfico, la comunidad autónoma del País Vasco, especialmente asediado por el dichoso coronavirus», reza el texto del magistrado Aztiria.

«Por otro lado, también es cierta la deficiencia de un mercado que, a buen seguro, se ve azotado por una voraz especulación e incluso comportamientos desleales entre estados soberanos (caso Turquía con los respiradores entre otros) que hace aún más dificultosa la provisión adecuada». En Vitoria, por ir al ejemplo más pequeño, no hay mascarillas por menos de diez euros.

Sin embargo, esta orden judicial no deja lugar a dudas. «Ni qué decir tiene que la salud laboral ni se negocia ni se condiciona a razones de mercado. (...) Es impepinable que el deber de cumplimiento ha de requerirse para todas las personas en situación de exposición». De ahí que ayer, Aztiria ordenara al Gobierno vasco que «provea de manera urgente y en el menor tiempo posible» de mascarillas homologadas o guantes y enseres similares a todos los agentes de este cuerpo. Ante la falta de estos objetos de protección, algunos han optado por ponerse el casco antidisturbios en actuaciones comprometidas.

El Departamento vasco de Seguridad ha dado esta mañana su versión sobre este contencioso. A su juicio, su recurso ha servido para que «el juez reconsidere su anterior pronunciamiento» de proveer en 24 horas de todos las medidas de seguridad posibles. «El deber de protección preventiva empresarial está condicionado a lo que es razonable y factible pues a nadie se nos escapa que no existen medios. (...) Por ello, entiende, no resulta razonable o proporcionado establecer un plazo perentorio ante una situación de escasez semejante, sino que se deberá disponer de las medidas en el menor tiempo posible y siempre que sea posible».

La consejería dirigida por la alavesa Estefanía Beltrán de Heredia saca pecho en esta nota. «El juzgado pondera la diligencia de dicho departamento en las instrucciones y directrices encaminadas a la protección de los agentes. Igualmente resalta el que se hayan establecido labores y turnos de limpieza para garantizar la desinfección. Y especialmente subraya la entrega de material de protección, además de la preparación de otro lote para su inmediata puesta a disposición y la previsión de otro suministro».

La versión del Gobierno vasco ha encontrado rápida réplica en Euspel, su litigante en este asunto. «Somos conscientes de la dificultad de conseguir equipo de protección, pero hay tres datos que constatan la ineficiencia de este departamento. El primero es que, según acreditan en el juzgado, nos han entregado 12.646 mascarillas en dos meses. En un colectivo de 7200, con el tiempo máximo de uso de cada mascarilla, se consumen en una semana».

La segunda, siempre desde el prisma de esta central, «es que sí hay mascarillas. En el propio país Vasco se producen miles y particularmente los ertzainas estamos comprando en China o a otros proveedores. Si nosotros podemos hacerlo, el gobierno también». Y por último, portavoces de Euspel han remachado que «nos sabe especialmente mal que aseguren a la opinión pública que lo están haciendo de maravilla, que cumplen su obligación de protegernos, cuando la realidad es la que es».