Prisión preventiva para el dueño del narcozulo de Vitoria

El alto riesgo de fuga, así como el volumen de la droga aprehendida en el habitáculo de la calle Portal de Arriaga, han llevado al juzgado de decretar su reclusión.

Este hombre, un súbdito magrebí de 33 años y sin antecedentes hasta este episodio, ha declarado esta mañana en el juzgado. Su testimonio se ha demorado varias horas debido a que ha renunciado a su abogada de oficio y ha contratado a un conocido letrado con bufete en Bilbao. Y claro, ha habido que esperar a que recorriera la AP-68.

La droga incautada asciende a 620 gramos de cocaína y otros 30 de speed. Su precio mínimo habría superado los 40.000 euros en el mercado negro. También había básculas de precisión y productos para 'cortar' estas sustancias y multiplicar las dosis.

Además, entre su domicilio y el narcozulo, ubicado a apenas 250 metros de la comisaría de Aguirrelanda, los agentes de la unidad de Investigación de la Guardia urbana han descubierto 8.500 euros en metálico. Se supone que son producto de sus ganancias con el suministro de droga a camellos y traficantes dedicados al menudeo.

Oficialmente, este presunto narco carece de empleo conocido. Se encuentra en situación irregular y lleva, al menos, cuatro años empadronado en Vitoria, donde llevaba una vida discreta en compañía de su mujer e hija. De hecho, fuentes internas de la Policía Local estiman que tras esa careta de ciudadano anónimo, e incluso anodino, se escondía «uno de los mayores distribuidores de droga de la capital alavesa».