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Óscar Alzaga. RAFA ALCAIDE
«Los jóvenes saben poco sobre cómo se logró la democracia»
Óscar Alzaga | Catedrático de Derecho y expolítico

«Los jóvenes saben poco sobre cómo se logró la democracia»

En su libro 'La conquista de la Transición 1960-1978', que presenta hoy en Vitoria, ofrece un detallado relato sobre el final de la dictadura franquista

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Lunes, 4 de abril 2022, 00:33

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Óscar Alzaga (Madrid, 1942), abogado, catedrático de Derecho Constitucional y expolítico fue durante la última década del régimen franquista y en la Transición una de las figuras más destacadas de la democracia cristiana española y opositor a la dictadura. En su libro 'La conquista de la Transición 1960-1978. Memorias documentadas' ofrece un detallado relato sobre cómo se gestó el fin del régimen dictatorial. Cofundador del partido UCD, esta tarde a las 19.30 horas ofrece una charla en el palacio de Villa Suso organizada por el Instituto de Historia Social Valentín de Foronda de la UPV/EHU.

–En su libro hace un documentado repaso del periodo entre 1960 y 1978. ¿Por qué esos años?

–Un pueblo tiene derecho a su historia, y yo me quedo perplejo cuando veo que en los manuales de Historia hay un vacío enorme sobre esa época. El fin de los 40 años de duro franquismo y el proceso constituyente que desemboca en nuestra Constitución no es la conversión de los franquistas a la democracia. Es el resultado de una compleja tarea de reivindicación de la democracia que asumimos los opositores.

–¿A qué cree que se debe ese vacío en los manuales de Historia?

–En primer lugar, los demócratas de los partidos de la oposición eran personas de elevada edad cuando fallece Franco, que posiblemente no se encontraban con fuerzas de dejar escrito lo que habían hecho. Y por otro lado, para los historiadores es difícil narrar lo cómo se trabajó desde una oposición que operaba en la clandestinidad.

–Usted lamenta además la quema de archivos fundamentales para comprender cómo fue esa salida del franquismo.

–El primer capítulo está dedicado a eso, a la destrucción sistemática de archivos policiales en los que se conservaba muchísima información sobre la actividad de la oposición. Y la policía sabía todo lo que hacíamos porque nos tenían controlados los teléfonos y la correspondencia y nos seguía cuando nos desplazábamos. La destrucción ordenada por el Ministerio del Interior y efectuada en una enorme caldera instalada en la sede de la Guardia Civil provocó que solo se salvarán el 0,01% de los documentos.

–¿Qué supone eso?

–El pueblo español se ha perdido conocer con pelos y señales cómo una oposición democrática mucho más importante de lo que se puedan imaginar fue ganando terreno y consiguiendo apoyos de la Universidad y los colegios profesionales para lograr sus objetivos. Algunos les cuentan a las nuevas generaciones que la democracia nos la donó el Rey Juan Carlos y los más jóvenes no saben qué pensar porque conocen poco de la realidad.

La Universidad

–¿Cuál fue el papel de otras democracias europeas?

–Se va logrando un respaldo expreso a la oposición democrática a partir del Congreso de Munich de 1962. Eso supone una amenaza para el régimen franquista, muy debilitado ya al final de la vida de Franco. Por aquél entonces la mayoría de la población aspiraba a entrar en Europa y para ello era necesario gozar de una democracia auténtica en España. Un auténtico Estado de derecho a imagen y semejanza de los que existían en Europa.

–En su libro nos compara con otros países europeos que salieron de una dictadura, ¿sale España bien parada de estas comparaciones?

–Comparo cómo se acaba la dictadura salazarista en Portugal o la de los coroneles en Grecia con España, años antes del fallecimiento de Franco. Ni en Portugal ni en Grecia los militares tenían interés en defender y mantener la dictadura, estaba claro. Aquí, uno de los mayores problemas del franquismo era dilucidar si los militares tenían intención de continuar con la dictadura.

–También señala la Universidad como otro de los grandes quebraderos de cabeza para el régimen.

–Lo fue. A principios de los 70, la Universidad es el problema que quita el sueño al régimen franquista. El problema no son las huelgas de CCOO etc, es la formación de los jóvenes que van a hacerse cargo del país en valores y principios de las democracias occidentales.

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