¿Quiénes son los jóvenes que la noche del sábado quemaron contenedores y rompieron escaparates en Vitoria?
Un equipo de EL CORREO les siguió durante su marcha de destrozos entre la Virgen Blanca y Zaramaga. «Son muy jóvenes y están desorganizados», coinciden fuentes policiales
¿Quiénes son el centenar de vándalos que la noche del sábado dejaron un reguero de contenedores quemados, lunas fracturadas y señales de tráfico dobladas? ... Les engarza su juventud, sus ganas de liarla y una evidente descoordinación, al menos en esta primera 'aparición' pública.
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«En cuanto aparecieron las furgonetas de la Ertzaintza, les recibieron con una lluvia de botellas y salieron corriendo», destaca un vecino de Portal de Arriaga, una de las calles arrasadas por esta turba adolescente. EL CORREO fue testigo directo de su avance, desde la plaza de la Virgen Blanca hasta su desmembramiento definitivo en Zaramaga a la mínima presión policial.
Durante esos dos kilómetros dejaron un reguero de desperfectos. Apenas 80 personas respondieron al llamamiento de un grupo autodenominado Resistencia 31 a través de redes sociales y de mensajería móvil para concentrarse en la céntrica plaza justo al filo del toque de queda. Se trataba de pequeños grupos de adolescentes, que se miraban sin saber muy bien qué hacer.
Hasta que se les unió otro grupo procedente de la calle Herrería. Este nuevo contingente, mucho más activo, captó algunos de los concentrados y se adentró en la 'Zapa'. A partir de ahí, la película cambió completamente.
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Mucho más violentos, arrancaron papeleras, golpearon persianas y vociferaron toda clase de proclamas bastante inconexas. Hubo críticas al toque de queda, gritos de «Libertad» y hasta goras a «la ETA». Desde sus ventanas, los vecinos fueron testigos de su avance con una mezcla de asombro y enfado. Uno incluso les vació un balde de agua.
Todos jovencísimos, vestidos en su mayoría con sudaderas con capucha para ocultar sus rostros. Pero también con llamativas viseras y cazadoras más propias de looks reguetoneros. «Había chicos autóctonos, de origen magrebí y latinos... Cada uno de su padre y de su madre», destacan fuentes policiales. Se sigue la pista a varios chicos ligados «a la extrema izquierda».
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Y todos con una supuesta idea común. «Están en contra del toque de queda, de tener que quedarse en casa los fines de semana sin salir de fiesta y quizá ésta fue su particular nueva manera de pasarlo bien», consideran desde las comisarías de Portal de Foronda y Aguirrelanda.
Incendios en diez calles
Esa noche del sábado 31 de octubre al domingo 1 de noviembre, los bomberos apagaron fuegos en contenedores de las calles La Iglesia, Río Urederra, Portal de Castilla, Río Bayas, Mendoza, Fermín Lasuen, Portal de Arriaga, Barrenkale, Tenerías y Bizenta Mogel.
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El juego del gato y el ratón entre los participantes en esta marcha improvisada registró su mayor momento de tensión en Portal de Arriaga. Allí cruzaron un par de contenedores. Recibieron a botellazos a las 'francias' (furgonetas) de la Brigada móvil y se dispersaron al segundo. Varios de los 'lanzadores' de botellines eran claramente menores de edad.
Las imágenes pronto se hicieron virales. Como las de Logroño, Burgos, Madrid o Bilbao. «Las secuencias son calcadas pero no consta que se hayan organizado entre ellos», insisten desde todos los cuerpos de seguridad.
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Los convocantes de la concentración del sábado lograron congregar a más de 600 personas en un chat en una conocida red social. El domingo perdió seguidores.
La madrugada y la mañana del domingo, el desánimo cundía entre ellos. «Nos consideran salvajes y locos. Todo por culpa de cuatro vándalos», escribía uno. «¿Quién va a querer salir a ningún sitio con nosotros a protestar después de esta imagen? Ni dios, ya te lo digo yo», concretó otro. Sin embargo, para el próximo fin de semana ya proyectan una nueva concentración. Pero ésta «pidiendo el permiso» a las autoridades.
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