Iruña-Veleia desempolva su historia
Uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Álava organiza visitas guiadas los fines de semana hasta septiembre
. Su mercado, la muralla, el templo, las antiguas casas, las cisternas para el almacenamiento de agua... Iruña-Veleia, uno de los yacimientos arqueológicos más ... importantes de Álava, abre sus puertas para todos los que quieran descubrir la vida de una ciudad romana. Se han organizado visitas guiadas todos los sábados y domingos a las 12.00 horas hasta el 24 de septiembre, no es necesaria la inscripción previa y el recorrido es gratuito. Fuera de ese horario también se realizan visitas para grupos de un mínimo de cinco personas con inscripción previa.
Izaskun Benito es la guía encargada de explicar la historia y las curiosidades del yacimiento, cuya antesala es el cercano espolón de Arkiz. «En el siglo II ya había aquí una ciudad urbanizada, una gran urbe por la que pasaba una calzada muy importante que es la que le permitió crecer», explicaba durante la visita realizada en la mañana de ayer. La construcción de la muralla se remonta a mitad del siglo IV y hasta la Edad Media hay un vacío de datos. Ya en el siglo XIV está datado el priorato de la orden de San Juan de Jerusalén con una iglesia, una torre, la casa del prior y hasta un hospital.
Una de las paradas más interesantes del recorrido es el 'macellum' o mercado, del que se pueden observar los cimientos. «Por registros cortantes y óseos se puede saber que aquí había carnicerías y también se conoce que había un pozo con agua para mantener los peces vivos que se cogían del río y después se vendían», detallaba Izaskun ante un grupo de oyentes. En ese mismo recinto se levantaba un 'sacellun' o estancia de lo divino, una pequeña capilla con elementos decorativos de lujo. En la parte inferior se pueden observar placas marmóreas.
La visita a Iruña-Veleia continúa por la 'murus' o muralla, con unas proporciones de nueve metros de alto y cuatro y medio de ancho y un total de 16 torres. «En algunos puntos son visibles restos de columnas domésticas que fueron utilizadas como material de construcción», compartía la guía tras señalar una de las puertas laterales a través de la que los habitantes tenían acceso directo al río Zadorra.
Unos metros más adelante se encuentran los restos de algunas viviendas, una de las más llamativas es la casa de Pompeia Valentina, un hogar de modelo itálico típico de las familias pudientes de la época. Se pueden adivinar diferentes estancias como el atrio o un jardín porticado. Justo al lado se ubica la domus del mosaico de los rosetones, donde la rotura parcial del pavimento permite apreciar los detalles de su técnica de construcción. Además, durante el recorrido se pueden observar las cisternas para guardar agua, en una de ellas durante las excavaciones aparecieron diversos cráneos humanos. Todo ello y mucho más lo volverá a explicar con detalle Izaskun todos los fines de semana hasta septiembre.
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