Una empleada de Kutxabank frustra un atraco con escopeta en Vitoria
La trabajadora logró escapar y dar la voz de alarma de que dos ladrones tenían encañonados a trabajadores y clientes
Faltaban escasos minutos para cerrar la sucursal. Dos hombres, enmascarillados y con gorras para dificultar aún más su identificación, irrumpieron en este local de Kutxabank ... en la Avenida de Santiago. Amenazantes, esgrimieron una escopeta recortada, no dudaron en encañonar a los presentes al tiempo que les advirtieron de que se hallaban en medio de un atraco.
Como adelantó este jueves la web de este periódico, agruparon a los presentes para actuar con mayor diligencia. Mientras exigían el dinero y la apertura de la caja fuerte -todas cuentan ya con un mecanismo de retardo- no repararon en una empleada oculta en un despacho, deslizan fuentes policiales. Esta mujer logró salir a la carrera, dar la voz de alarma y -de paso- frustrar el asalto al banco, el primero ocurrido en la capital alavesa «en años».
Ante esta huida inesperada, los dos atracadores no supieron muy bien cómo actuar. Las cámaras de seguridad de la oficina bancaria les muestran discutiendo dudaron unos segundos. Decidieron volverse por donde habían entrado. Salieron con las manos vacías. «No se llevaron nada». Al parecer, al menos uno consiguió montarse en un vehículo.
Enseguida la zona se llenó de dotaciones de la Ertzaintza y de la Policía Local. Los agentes buscaban a dos hombres «mayores». Ese fue el rasgo más repetido entre las víctimas. También su «nerviosismo, como si no fueran profesionales».
Una patrulla de la Policía Local, de las primeras en acudir, se topó en la cercana calle Extremadura con un hombre acorde a la descripción lanzada por las emisoras internas. Encima se trataba de «un 'conocido', aunque sin relación previa con robos a bancos», tercian desde la comisaría de Aguirrelanda.
Le interceptaron y cachearon. Ante su actitud sospechosa le detuvieron y entregaron a la Ertzaintza, al mando de las operaciones. Su participación en los hechos, sin embargo, es sólo una hipótesis. En parte porque algún testigo no le reconoció.
De modo paralelo, efectivos de ambos cuerpos comenzaron a peinar los barrios de Arana, Judimendi y así sucesivamente. Durante toda la tarde, el principal objetivo en la comisaría de Portal de Foronda fue localizar al atracador fugado y a algún cómplice que le hubiera ayudado.
Entrada en un piso
Como suele ocurrir en estos delitos, agentes especializados estudiaron las grabaciones de la videovigilancia de la sucursal. También otras cámaras. Se tomó declaración a víctimas y testigos. La búsqueda del arma de fuego por la zona se completó sin éxito. Las grabaciones y las declaraciones recogidas apuntan a una escopeta recortada, se desconoce si se trata de una réplica o de un arma real.
Desde La posada del duende, ubicada enfrente de la entidad de ahorro, varios parroquianos se sorprendieron al conocer la causa del despliegue. «Pensábamos que habían atracado a un señor mayor que andaba en el cajero», dijo una clienta.
A lo largo de las siguientes horas, la Ertzaintza estableció vigilancias en puntos de salida de la ciudad. También se trabajó en varias pistas. En este sentido, un equipo de Berrozi, la unidad de élite de este cuerpo, irrumpió en un piso en el que podría ocultarse el sospechoso principal. No encontraron nada relevante.
A media tarde, agentes inmersos en el operativo hallaron el vehículo supuestamente usado en la fuga. Estaba aparcado en Salburua. No había nadie en su interior. Fue inspeccionado a conciencia con la esperanza de descubrir alguna evidencia.
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