El impuesto de no circulación
Vitoria ha hecho muy difícil la circulación del coche por la calle. Propongo que ponga un chip en cada automóvil y sólo cobre lo que se haya movido
Al final, lo de Movistar de facturar la cuota a millones de personas por los partidos de fútbol que no ha habido, lo de los ... colegios que han pasado la minuta... Todo el que ha podido hacer una trampilla aprovechando la ocasión se va a quedar en nada al lado de lo que el Ayuntamiento de Vitoria tiene planeado y va llevando adelante poco a poco.
En principio, la idea de que Vitoria esté libre de coches lo más posible me parece estupenda, teniendo en cuenta que no lo uso prácticamente nada. Otra cosa fue cuando lo usaba y me fueron fastidiando para que no lo hiciera. Entonces me sentó fatal. Solía aparcar en la Plaza de España, pues nada. Iba de recados con mi turismo, pues tuve que dejar de hacerlo. Compré un piso en una calle estupenda, con circulación y aceras, pues me quitaron las dos cosas. Así, por la brava, sin interesarse por los derechos de los vecinos de la calle, por si el valor de sus viviendas subía o bajaba. Lo hicieron para que los peatones pudieran andar mejor y más seguros, pero lo que consiguieron fue fastidiar al vecindario y ponerle en peligro constante pues nadie del Ayuntamiento ha sido capaz de evitar que las bicicletas y los patinetes circulen a todas horas, a toda velocidad, por toda la calle.
Pero no era de eso de lo que quería hablar. Lo que quería comentar es que la decisión de que todo el centro de Vitoria sea zona sin coches es discutible, pero no se ha discutido. Es uno de esos casos en los que lo público se hace fuerte y pasa por encima de los intereses privados, como si estos no existieran. Pero existen. Lo mismo que cualquier modificación de algo privado que afecte a lo público está sujeto a normativa, las actuaciones públicas que afecten a lo privado deben estarlo también. Pero no. Hace tiempo se ha olvidado que lo primero somos los ciudadanos, que el Ayuntamiento no es más que su concejo. Imagínese que, en un pueblo, el alcalde quisiera cerrar una calle por la que sale un vecino a labrar, aunque lo pueda hacer dando más vuelta. Ya lo sé. Ni se lo imaginan. Pues en Vitoria esto es perfectamente posible, a todas horas. A mí me lo hicieron. Me dejaron el garaje de tal manera que no me compensaba salir. Para ir a cualquier sitio, para salir de Vitoria, tenía que dar tal vuelta que no había manera de controlar cuándo iba a salir de verdad, cuándo iba a llegar a donde hubiera quedado. Por cierto, al mismo tiempo que lo que digo, organizaron la regulación de aparcamientos de la OTA y los vecinos por zona. A nosotros, a los de mi bloque, nos tocaron tres plazas en el Campillo y unas cuantas en la Herrería que no existían. Una risa, de verdad.
El Ayuntamiento de Vitoria -supongo yo que con la ayuda de sus técnicos súper tecnificados- planifica en el sentido estricto de la palabra, decide sobre los planos, cómo va a ser la ciudad. Abre, cierra, amplía, reduce llenándolos de rayones, marcas y colorines. Con una voluntad política muy clara. Ser los responsables de que Vitoria sea la ciudad con menos coches del mundo y pasar después la factura electoral por ello, vendiendo las verdulerías que tiene. Me imagino que ese es el cálculo, pero quiero advertir a quienes lo han calculado de que no tiene que ser real. Porque, ¿qué pasará cuando todas las personas que tienen trabajo gracias al automóvil se queden sin él? ¿Cómo vamos a sobrellevar disfrazados de verde que cierre Mercedes?
He comenzado aclarando que, ahora mismo, me trae sin cuidado que esto ocurra, lo de que no se pueda usar el coche en Vitoria. Lo otro, muchísimo. Como si prohíben circular a los coches por todo el casco urbano, incluidas las zonas residenciales exteriores y las industriales. No me afecta. Excepto en una cuestión. Que, como los caraduras de Movistar, el Ayuntamiento me va a cobrar por usar un vehículo que no utilizo.
Me río porque en el colegio mayor me cobraban por tener maquinilla de afeitar eléctrica, cuando no me vieron nunca afeitado. Pero no tenía ni tiene gracia. No se puede cobrar el Impuesto de Circulación porque, a lo mejor, circulas con el coche cuando se ha logrado que no lo puedas hacer.
Ahora que gracias a la técnica todo es factible, lo normal es que se pague el impuesto según lo que se haya circulado. Se le pone un chip al coche y a final de año se hacen cuentas. Lo contrario, ya lo digo, el Impuesto de Circulación se convierte en un Impuesto de No Circulación porque te cobran por no poder hacerlo.
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