Nuestra Policía Local está de nuevo de moda. Suelen aparecer de vez en cuando por la cresta de la ola para ocupar titulares, aunque en ... demasiadas ocasiones es después de las desgracias. Esta semana, tras el maremagnum de dolor e incomprensión por el terrible suceso que segó dos vidas en Júndiz, de nuevo han reclamado su cuota de protagonismo denunciando, lo que de no ser trágico tendría gracia, que todo el mundo sabe que desde hace 20 años hay carreras ilegales en los polígono industriales de Vitoria. Tres hurras para ellos por su conocimiento de que hay un delito continuado y su inacción. Y por decirlo como crítica a los demás sin ruborizarse por su ineficacia.
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La noche del accidente, según desvela EL CORREO, los agentes estuvieron en la calle del fatal suceso hasta 20 minutos antes del choque. Resulta evidente que los 'pilotos' ilegales no iban a competir con los uniformados entre el público y que, por lo tanto, no se podía detener ni abrir diligencias a nadie. Pero, si saben desde hace 20 años lo que pasa, ¿no era posible montar un dispositivo para prevenir o disuadir ante la evidencia de que allí se iba a repetir la comisión un delito? ¿No había señales, como la concentración de numeroso público, de que iba a haber o se estaban produciendo carreras ilegales? ¿No era pertinente, ya que no había labor de prevención, pedir refuerzos a otros compañeros de paisano u otros cuerpos policiales? ¿Se fueron con la convicción de que todo estaba en orden? ¿O quieren hacernos creer que la responsabilidad es del Ayuntamiento o del concejal de turno y que ellos pasaban por allí como unos mandados sin capacidad alguna?
Es posible que falten agentes. Es comprensible, y no se pretende, que la Policía no esté en todos los lugares ni pueda frenar todos los delitos. Lo que no tiene un pase es que el sindicato mayoritario en la comisaría de Vitoria, el Sipla, salga rasgándose las vestiduras diciendo que ya sabían que había carreras cada fin de semana y echando en cara al Consistorio su desconocimiento. Si de verdad las había, que debía ser 'vox pópuli', ¿por qué no se ha hecho nada? ¿No se sienten ni un poco responsables y se atreven a señalar a los demás?
Desde luego, la muerte de dos jóvenes es un suceso doloroso que debería hacernos reflexionar sobre si estamos poniendo los focos, y las cámaras, en los lugares en los que hace falta control, vigilancia y mano dura o andamos perdiendo el tiempo en nimiedades que blanquean pero no limpian nuestras calles de peligros. Y en si nuestra Policía maneja las formas y las acciones de la forma adecuada o está más enfrascada en sus reivindicaciones, cuitas internas e imagen pública que en ser efectivos y eficaces.
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Recordemos que algunos integrantes de esta Policía Local -porque es injusto meter a todos en el mismo saco- son los mismos que hace un tiempo se declararon en huelga de celo y multaban por doquier, con ese aire de soberbia que tanto les caracteriza, a los chavales que iban en bici o a las personas que cruzaban mal. No a los delincuentes, ni a los conductores de las carreras ilegales. A usted o a mí por faltas menores y para hacerse notar y, con ello, meter presión al Ayuntamiento con sus reivindicaciones.
Estos 'municipales' que navegan entre las loas de sus palmeros, cada cual por sus motivos, son los mismos que en la pandemia atemorizaban a los chavales que se juntaban en una banco para charlar y sobrellevar de la mejor manera aquellos días de aislamiento. Es el mismo cuerpo al que los 'okupas' se les cuelan dos veces en los bares de La Florida, de propiedad pública, y causan destrozos. Es verdad que si el establecimiento estuviera abierto habrían andado más pendientes de lo que sucedía dentro. Por eso de controlar horarios, veladores y otras normativas municipales que también deben ser un peligro público desde hace mucho más de 20 años.
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