Todos con Hugo en Urkide

En solidaridad con Hugo y con todas las personas que como él luchan contra la leucemia y otras patologías de la sangre, profesores y padres de su colegio, Urkide, se han animado a formar parte de ese registro internacional de donantes de médula ósea. Eso no significa que sus células madre vayan a parar a la sangre del niño. Puede que sí, pero lo más probable es que sean compatibles con niños o adultos que viven a cientos o quizá a miles de kilómetros y que también necesitan de su ayuda. «Esto no es por Hugo, es por todos los que padecen la leucemia. Cualquiera puede encontrarse algún día en esta situación», agradecen los padres en conversación con EL CORREO.

El colegio ya se volcó con ellos a la vuelta de las vacaciones, cuando las familias hicieron una marcha y donaron dinero para la investigación de tratamientos contra la leucemia. Mirari Saenz de Viteri, la tutora de Hugo, es una de las más implicadas en esta campaña de sensibilización, que cuenta también con el respaldo de la asociación de padres y madres del colegio y de la dirección. «La mejor manera de apoyarles es hacernos donantes», defiende la andereño. Recuerda, eso sí, que sólo pueden dar este paso personas de entre 18 y 40 años.

Hasta el pasado año esta posibilidad de colaborar se extendía hasta los 60 años, siempre que no se padeciera ninguna enfermedad susceptible de ser transmitida al receptor y que tampoco se tuviera ninguna patología que pudiera poner en peligro su vida por el hecho de la donación. Pero desde este año solo se incluirán en el registro de nuevos donantes a menores de 40. «Esto se debe al objetivo de rejuvenecer y optimizar la composición de nuestro registro, ya que los donantes más jóvenes son los más solicitados y con los que se obtienen mejores resultados clínicos en los pacientes que se trasplantan», informa la Fundación Carreras.