Huelga indefinida en Tuvisa

La huelga en los urbanos de Vitoria afronta hoy su tercera jornada, la primera en día laborable

Vitoria vive la tercera jornada de paro indefinido de los trabajadores del servicio de Tuvisa. Una huelga con un seguimiento del 100%, según los convocantes, y que ha obligado a establecer servicios mínimos: solo uno de cada tres autobuses urbanos hace su recorrido. Este paro total ha vaciado en su primer día en jornada laboral las paradas de los urbanos, ha llenado los parkings gestionados por esta empresa municipal que dejarán paso libre mientras se mantenga la protesta y ha convertido el tranvía en una alternativa para muchos.

La alcaldesa de Vitoria, Maider Etxebarria, y el concejal de Seguridad y Tráfico, Iñaki Gurtubai, han participado este mediodía en un minuto de silencio a iniciativa de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) por la muerte de dos guardias civiles en Barbate (Cádiz) cuando realizaban tareas de lucha contra el narcotráfico. Tras la concentración, han hablado sobre la huelga en Tuvisa. Ambos han afirmado que las negociaciones siguen abiertas y han pedido al comité de Tuvisa que «haga una profunda reflexión de los acuerdos a los que se está llegando y del malestar colectivo que están generando en la ciudad». De igual modo, el presidente de Tuvisa ha adelantado que el Ayuntamiento de Vitoria está trabajando en otra propuesta que trasladarán al comité a lo largo de esta semana. «Nos gustaría pensar que llegaremos a un acuerdo, pero no es algo que esté sólo en nuestras manos. Tienen que poner de su parte y ser más flexibles».

«En lugar de coger la línea 5 a Salburua he decidido ir en tranvía para ver a unos familiares», comentaba Aitor Guerra en la parada de Lovaina, cerca de la marquesina de esa línea de Tuvisa. «Siempre miro qué transporte llega antes, también cuando no hay huelga y desde que el tranvía llega a Salburua los compagino», decía reduciendo las molestias de una convocatoria que apoya.

Los trabajadores de Tuvisa sigue haciendo visible en las calles de Vitoria el conflicto laboral que mantienen con el Ayuntamiento de Vitoria. Además de las pegatinas y carteles que están pegados en muchas de las marquesinas, este lunes han vuelto a protestar en caravana.

Brenda Hurtado tenía que acercarse al centro de la ciudad a hacer unos recados. Al venir desde Aretxabaleta no ha tenido problemas para coger su línea habitual porque le coincidían los horarios. Sin embargo, al llegar a su parada de la calle La Paz se ha encontrado con una sorpresa: su autobús no llegará hasta dentro de 50 minutos. «Menos mal que no tengo que ir a ningún sitio, solo a casa. No tenía ni idea de que había huelga».

Alina Stefaniv es de las pocas usuarias de Tuvisa que esperan al urbano que no se había enterado de que había huelga. Lleva más de media hora esperando en la parada de la Catedral para ir a trabajar a Zabalgana. Todavía le quedan 14 minutos más de espera. «No tengo otra forma para ir. Coger un taxi no entra dentro de mis posibilidades», confiesa.

Mientras tanto, en otra marquesina, Eva Ayala también aguarda la llegada de los urbanos que cubren los servicios mínimos. Ella habitualmente coge la Línea 4 hacia Ariznabarra, donde trabaja. «Sabía que había huelga, pero no que las esperas fuesen de media hora». Había venido para las 9.45 horas, cuando suelo cogerlo normalmente, pensando que tal vez vendría esa línea. Pero todavía quedan más de 25 minutos». Es una de las personas perjudicadas que va a llegar tarde al trabajo. Ella también ha notado que este lunes hay poca gente en las paradas en comparación con otras jornadas sin huelga. «Parece que la gente ha sido más precavida».

La plantilla de Tuvisa protagonizará esta tarde una nueva manifestación por el centro de Vitoria. La protesta partirá a las 17.30 horas. Los trabajadores y quienes se suman a la convocatoria irán a pie por las calles Adriano VI, Lovaina, Magdalena, Prado, Mateo Moraza, Olaguíbel, Paz, Independencia, General Álava, Becerro Bengoa, Prado, Virgen Blanca, Mateo Moraza, Lehendakari Aguirre, plaza de la Virgen Blanca, plaza General Loma, Becerro Bengoa, Prado y Virgen Blanca.

La huelga indefinida que comenzó este sábado en los autobuses urbanos de Vitoria está teniendo hoy, en su tercera jornada de paro, el seguimiento de la totalidad de los conductores que no están afectados por los servicios mínimos, según los datos facilitados por el comité de empresa de Tuvisa. De este modo, prosigue la misma tónica del fin de semana.

Edilma Gavilanes coge la línea 10 hasta Aldaia desde la parada de El Corte Inglés. En su móvil, guarda las frecuencias con los servicios mínimos. «Sabía que iban a tardar más, unos 40 minutos, porque mi hija me mandó el horario», comentaba tras comprobar también en la pantalla el tiempo de espera. En las marquesinas se pueden ver mensajes contra el concejal Iñaki Gurtubai y la alcaldesa Maider Etxebarria. «Toca esperar. Esperemos que se solucione todo y que no haga mucho frío estos días».

La situación es similar en el parking del Iradier Arena, con mucho más tránsito del habitual y sin apenas plazas libres antes desde primera hora. «Suelo aparcar en la Catedral, pero me he enterado de que el acceso es libre y hoy he venido a dejarlo aquí», comenta Tomás Bueno. En las máquinas expendedoras aparece un mensaje que avisa de que están fuera de servicio.

José López comenta que sabía de la huelga de los autobuses urbanos pero no conocía los horarios. «Según salgo de casa y llego a la parada cojo el bus, tengo siempre el tiempo calculado. Hoy he salido a la misma hora que siempre, pero aquí estoy esperando todavía», comenta indignado porque ya llega tarde al trabajo. «Tengo ganas de que termine ya esto», dice mientras aguarda en una de las paradas de la Línea 5.

En la calle Monseñor Cadena y Eleta, donde se cruzan una buena parte de las líneas de Tuvisa, la estampa de este lunes es muy diferente a la de cualquier otro día. A las 9.15 horas no había nadie esperando los autobuses.

Con las barreras abiertas, el tránsito de cejilla en el parking de Santa Bárbara es este lunes notablemente superior al de cualquier día. Con todo, a primera hora todavía queda un centenar de plazas libres. «He venido media hora antes porque pensaba que sería imposible aparcar», comenta Silvia Plaza, que trabaja en las inmediaciones. A pesar de que un cartel avisa de que los conductores pueden pasar directamente con las barreras abiertas y en la entrada es evidente que hay cierta confusión. «No sé si hay que coger ticket o no y no hay nadie en el mostrador», se queja contrariado Kike Ruiz.

Las diferentes paradas de las líneas de autobuses urbanos que pasan por Judimendi, la Avenida Santiago y la zona del centro de la capital alavesa se encuentran mucho menos concurridas de lo habitual. En muchas de ella parece que nadie va a coger el bus al comprobar que los tiempos de esperan superan los 15, 20 o 30 minutos. Incluso en las paradas situadas junto a El Corte Inglés, que suele estar llenas de gente, se encontraban casi desiertas pasadas las 9 de la mañana.

Jason Roders, cuidador de una persona mayor, coge a diario la línea 7 desde la Avenida Santiago. «Habitualmente tarda diez minutos. Ya llevamos diez minutos y nos quedan otros diez, según dice la pantalla. Si sigue la huelga, nos tocará madrugar más o ir andando», reflexiona.

Claudia Giraldo vive en Ibaiondo. Ella suele coger dos autobuses para llegar a su destino, la calle Océano Pacífico, pero ahora, con la huelga indefinida, para poder hacer las conexiones tiene que salir antes de casa y cambiar la Línea 8 (Unibertsitatea) por el BEI «porque no llego al trabajo. Tengo que hacer malabares con los horarios de los buses para que me coincidan», explica.

Valentina Díez, en la parada del BEI de la calle Madrid, comenta que había salido un poco antes de casa para coger el bus hacia su trabajo como limpiadora. «Se ve menos gente de lo habitual en la parada», decía. De hecho, pasadas las ocho y diez se encontraba sola en la marquesina. «Mucha gente habrá elegido ir andando o en bicicleta. De los motivos de la huelga no estoy informada, tan solo quiero que acabe pronto», apuntaba en el tercer día de huelga acerca de las molestias ocasionadas.

Con las primeras luces del día, se empieza a ver el movimiento de pasajeros. Eso sí, las esperas están siendo mucho más largas de lo habitual. En las paradas de las diferentes líneas de Tuvisa se están viendo a menos escolares de los que habría en una jornada habitual. Y es que en muchos centros educativos hoy no hay clases debido a la fiesta de Carnaval.

La huelga indefinida en Tuvisa repercute también en algunos de los aparcamientos de Vitoria. Desde el sábado, tres grandes parkings céntricos son gratuitos- ¿El motivo? La sociedad pública municipal los gestiona y sus operarios han secundado los paros como medida de presión. En consecuencia, las barreras de los aparcamientos de Santa Bárbara, Iradier Arena y Artium permanecen subidas al no haber supervisores. Se puede acceder con el coche y salir y, por supuesto, estacionar sin abonar ni un solo euro. Nuestro compañero David González nos aporta más detalles en esta información.

A la espera de saber el seguimiento que obtiene entre la plantilla de Tuvisa esta tercera jornada de huelga, sólo uno de cada tres autobuses de servicio volverá a circular este lunes por las calles de la capital alavesa. En otras palabras, el 70% de la flota que hoy tiene que cubrir las rutas se quedará nuevamente en las cocheras ante la ausencia de chóferes. Esta circunstancia repercute en las frecuencias de paso de los urbanos. Así, por ejemplo, desde las 7.00 horas circula un BEI cada 14 minutos. En el grueso de las líneas, sin embargo, los tiempos de espera son mucho más amplios. Estos oscilan, por lo general, entre los 40, 45 o 50 minutos.

El Gobierno vasco fijó el viernes unos servicios mínimos del 30% en la circulación de los autobuses urbanos de Vitoria. Este porcentaje debe distribuirse, según el decreto, «de forma tal que se prioricen aquellas líneas que carezcan de servicios de transporte alternativo o que tengan por destino centros sanitarios». De igual modo, tienen que cubrirse «especialmente» los horarios de entrada y salida a los centros de trabajo y centros escolares, entre otras cuestiones

En este enlace, puede consultar los horarios de los servicios mínimos que asegura el Ayuntamiento de VItoria desde las paradas terminales de cada una de las líneas de Tuvisa.

La huelga indefinida que la plantilla de Tuvisa inició a las 14.00 horas de este sábado ha tenido durante todo el fin de semana el seguimiento «del 100%» de los trabajadores que no estaban sujetos a los servicios mínimos. En un escueto comunicado, los empleados de la compañía municipal de autobuses urbanos trasladaron este domingo que siguen «a la espera» de que se les convoque a una reunión para tratar de solucionar el conflicto. «Hasta ahora no ha habido ningún tipo de contacto con el Ayuntamiento de Vitoria», aseguraron ayer.

En consecuencia, hoy arranca la tercera jornada del paro indefinido; la primera en día laborable. El conflicto tendrá previsiblemente este lunes un mayor impacto entre los usuarios habituales de los urbanos que utilizan este transporte público para acudir a sus centros de trabajo o educativos. Este parón de los autobuses, que mueven a más de un millón de viajeros de media cada mes, se reflejará también en un tráfico más denso, con la vuelta al trabajo de la mayor parte de la ciudadanía. El tranvía, mientras tanto, podría verse beneficiado por el trasvase de viajeros de Tuvisa.

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