Hosteleros alaveses estudian implantar el prepago para evitar que los clientes se marchen sin pagar. Borja Aguado

Hosteleros alaveses planean implantar el prepago para frenar el auge de los 'simpa'

La fórmula sería idéntica a la de las gasolineras o el Buesa Arena. Tras abonar la consumición el cliente recibe un ticket que debe canjear en otra caja por las consumiciones

Domingo, 15 de octubre 2023, 00:42

Da igual el 'modus operandi'. En algunos casos la excusa es una llamada, en otros salir a la calle cinco minutos a fumar o directamente ... huir a la carrera. Porque el resultado en todos ellos es el mismo: clientes que se marchan sin abonar sus consumiciones, desde una simple cerveza, hasta comidas por encima de los 100 euros. Hartos de estos casos, los hosteleros alaveses planean implantar la fórmula del prepago para evitar más 'simpas', un fenómeno que en los últimos meses está en auge.

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«Hay bastantes más casos que antes. Te da mucha impotencia, por lo que estamos estudiando esta medida como solución. De esta manera te aseguras que te van a pagar», apunta Juan Carlos Antolín, presidente de SEA Hosteleros, a EL CORREO. Sin ir más lejos, confiesa que en los restaurantes Kotarro y la Kobatxa que gestiona «no hay semana que no tenga un caso».

Lo que se plantea, para hacernos una idea, es algo parecido a lo que en su día se implantó en algunas gasolineras: pagar antes de servirse. Aunque en este caso se adecuaría más a lo que se practica en eventos como los partidos del Baskonia en el Buesa Arena o el Azkena Rock. En una fila, los clientes realizan su pedido a un camarero, que tras cobrarles les entregará un ticket con las consumiciones demandadas. Y con ese recibo deberán entregárselo a otro camarero que les entregará los alimentos o bebidas. Una práctica que gana terreno en otras ciudades o países.

«No hay semana en la que no tenga al menos un caso de un 'simpa'», apunta Juan Carlos Antolín, presidente de SEA Hosteleros

Aunque son conscientes de las dificultades que implica introducir esta medida. «No en todos los establecimientos encaja de la misma manera, cada uno deberá adecuarlo a sus necesidades». Los que más difícil ven la implantación de esta práctica son los bares de noche, donde las copas se despachan a un ritmo frenético. Pero también es cierto que es el grupo más afectado. «Las noches son las más conflictivas, porque la gente pide la copa, se giran y se marchan»,

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Eso sí, al final terminan pagando por su actos. Es cierto que no se les consigue pillar 'in fraganti', pero se revisan las cámaras de seguridad y se adjuntan las grabaciones en la denuncia policial. «Hasta por un refresco de 2 euros, al fin y al cabo te están robando», remarca Antolín.

También en las gasolineras

El sector de las estaciones de servicio tampoco se libra de este fenómeno. Durante el año pasado en Euskadi se contabilizaron más de 500 denuncias por clientes que rellenaron el depósito y huyeron sin pagar. «Es algo que se ve de manera más frecuente cuando sube el precio del carburante o la economía empeora», sostiene Manuela González, presidenta de la Asociación de Estaciones de Servicio de Álava.

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Y los que más sufren estos episodios son las gasolineras de autoservicio. «El empleado ve que hay un surtidor sin cobrar y cuando sale no hay ningún coche. Pero también se ve, aunque en menor medida, en aquellas en las que un trabajor es el encargado de repostarles. El cliente entra dentro, compra un refresco y el empleado piensa que está pagando el repostaje, pero no». Como remedio, algunos optan por la fórmula del prepago, sobre todo al caer la noche. Pero en la práctica no es algo que esté muy extendido en el territorio, como comenta González.

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