Los hospitales alaveses esperan con una «calma tensa» el impacto de la tercera ola

Aunque Txagorritxu y Santiago viven en esa especie de 'impasse', éstas no han sido unas navidades al uso. Es la primera vez en años que no se cierran camas en estas fechas. De hecho, parte del personal más especializado en el manejo de pacientes críticos ha aplazado sus vacaciones en previsión de complicaciones en las UCI. Los meses de diciembre, enero y febrero son intensos en las urgencias y en las plantas de neumología y cardiología debido al aumento de las enfermedades respiratorias y al agravamiento de las afecciones de los crónicos. Aunque de momento no se perciben demasiados casos graves de gripe ni de bronquiolitis entre los más pequeños, los responsables médicos son cautelosos. «La mascarilla y otras medidas facilitan las cosas y todo hace entender que habrá menos casos de gripe y bronquiolitis, pero también sabemos que a veces los picos se dan en enero y habrá que estar atentos», reflexiona Gutiérrez.

El temor a que coexistieran los dos virus, el de la influenza y el SARS CoV 2, las autoridades sanitarias aceleraron la campaña de vacunación de la gripe y ofrecieron la inmunización a todos los pacientes que la quisieran aunque no fueran grupo de riesgo. Dos meses después la preocupación sigue centrada en la evolución de los casos Covid y más aún tras conocerse la llegada al territorio de la variante inglesa que ha desbordado el sistemas sanitario británico. Los datos que llegan desde Francia, Alemania o Italia son desalentadores y son ya varias las comunidades autónomas que se han declarado en riesgo extremo. «Volvemos a tener que escondernos de nuestras familias por ser un riesgo», reflexiona una enfermera.

Pese a que el avance del virus parece contenido en Álava, los sanitarios están a la espera de saber cómo evolucionará el millar de alaveses que ha dado positivo en los test de coronavirus en las dos últimas semanas. El HUA tiene 30 UCIs habilitadas en Txagorritxu (20) y Santiago (10) solo para coronavirus -hay también camas de críticos para otras patologías- y tiene la mitad de las camas libres. Y de momento también hay espacio en las alas de la sexta y séptima planta de Txagorritxu preparadas sólo para pacientes positivos con síntomas respiratorios moderados o severos. Hay en total 120 plazas, algunas de ellas en Santiago.

El plan de contingencia contempla aplazar las intervenciones quirúrgicas no urgentes y dejar espacio para nuevos ingresos en otras plantas como la de traumatología o cardiología. Nadie espera en principio llegar en poco tiempo a la situación límite que se vivió en Vitoria en marzo, cuando llegó a haber 372 personas ingresadas en Txagorritxu con coronavirus, 40 en la UCI. En el pico de presión asistencial de esta segunda ola del otoño, entre los días 15 y 16 de noviembre, se estuvo a punto de cambiar de escenario, con 119 pacientes ingresados, de los que 29 estaban en intensivos. El HUA atendía en esos momentos a pacientes guipuzcoanos.

Fue entonces cuando se equiparon 12 camas de intensivos en el edificio que en un futuro va a albergar todas las urgencias, UCIs y quirófanos de Txagorritxu. El bloque no está en marcha debido a un retraso en el edificio industrial o de suministros, pero para una emergencia como la de esta crisis se firmarán contratos puntuales con empresas de electricidad, gas y oxígeno con el fin de poder abrir esas UCIs con plenas garantías. Son doce de los 31 puestos de los que dispondrá el bloque en el futuro. Pero esta es una opción sólo prevista para en el caso extremo de que la tercera ola de la que se habla sea equiparable a la primera, cuando cada día ingresaban en los hospitales de Vitoria una media de 30 personas con cuadros respiratorios severos.

En la vecina Bizkaia, la preocupación es mayor, dado que lleva ya días a la cabeza de contagios y los ingresos han aumentado a partir de la última semana de diciembre. Un dato que preocupa a los facultativos es que entre los nuevos pacientes que han requerido hospitalización hay un porcentaje elevado de jóvenes, algo que ocurrió también el el arranque de la segunda oleada.

Es complicado saber cómo serán los días por venir. La jefa de sección de Neumología de la OSI Araba y presidenta de la Sociedad Vasco Navarra de Patología Respiratoria, Laura Tomás, confía en que sea la oleada más suave de las tres. «Cada vez la sociedad vasca tiene una mayor, inmunidad, aunque un coste muy alto por el número de enfermos y de fallecidos que hemos sufrido», indica. Desde el inicio de la pandemia más de 17.000 alaveses han dado positivo en un test diagnóstico.