El hallazgo de restos arqueológicos en el parque de Judimendi obliga a paralizar las obras
Los operarios que trabajaban en la zona más alejada del bar, donde se ubicarán algunos juegos infantiles, localizaron este lunes «restos óseos» durante las labores de excavación
El Ayuntamiento de Vitoria ha paralizado, de forma parcial, las obras de renovación del parque de Judimendi tras el hallazgo de restos arqueológicos durante los trabajos de instalación de los nuevos juegos infantiles. Las obras, que se adjudicaron a la empresa Viveros Eskalmendi, comenzaron a finales de agosto con el objetivo de renovar durante cuatro meses este espacio verde, incorporando una nueva zona lúdica con juegos adaptados para todos los niños, una tirolina y un área canina; un espacio amigable para los perros, que podrán disfrutar de todo un circuito de entrenamiento tipo 'agility', el segundo público de la ciudad. Este espacio se ubicará en una parcela del parque que mide unos 600 metros cuadrados y que estará delimitada por un seto perimetral.
En estos momentos, se estaban llevando a cabo las labores de colocación de la tirolina, los juegos de 'agility' y otros elementos junto al bar del parque. Sin embargo, este lunes saltó la sorpresa cuando los operarios que trabajaban en la zona más alejada del bar, donde se ubicarán algunos juegos infantiles, localizaron «restos óseos» durante las labores de excavación. De inmediato, el Ayuntamiento de Vitoria activó el protocolo previsto para estos casos y contactó con el Servicio de Arqueología de la Diputación Foral de Álava.
Según ha informado la concejala de Espacio Público y Barrios, Beatriz Artolazabal, en la comisión celebrada este martes, los técnicos de la Diputación están recabando información para «determinar el origen exacto de los restos». Artolazabal ha señalado que, como medida preventiva, el área afectada se ha vallado y cubierto con una lona para proteger los restos y garantizar la seguridad, mientras continúan las labores de excavación y análisis. «En esa parte del parque, las obras permanecerán paralizadas hasta conocer el alcance y naturaleza de los hallazgos. En el resto de zonas, los trabajos continúan con normalidad», ha añadido.
El Ayuntamiento de Vitoria mantiene la coordinación con la Diputación Foral de Álava para seguir los pasos que determinen los técnicos especialistas y actuar conforme a las indicaciones del Servicio de Arqueología.
Cementerio de la comunidad judía
Judimendi no es un barrio más. Es el primero que tuvo conciencia de tal allá por 1956, cuando se organizó un festejo al margen de las tradicionales vecindades del Casco Viejo y las calles del centro. No hay otro lugar en Vitoria en el que la tierra que pisan sus vecinos esté marcada por la historia como lo está Judimendi, depositario, tal y como marca su nombre, del cumplimiento de la promesa hecha hace más de quinientos años de que nunca se construirían casas sobre el antiguo cementerio para respetar la paz de aquellos muertos hebreos que eran también vitorianos. Antes de aquel éxodo forzoso, representantes de aquella comunidad que llevaba tres siglos en la ciudad tomaron la decisión de ceder su camposanto bajo la condición de que nunca fuera arado, por respeto a los hebreos que allí quedaban enterrados. Juan Martínez de Olabe, el procurador de la ciudad, juró aquel compromiso. Era 27 de junio de 1492.
Otro 27 de junio, 460 años después de aquella histórica fecha, se liberaba a la ciudad de aquel compromiso. «Durante generaciones habéis mantenido el respeto a nuestros muertos. Recibid por ello nuestro agradecimiento y las bendiciones de nuestro Dios», manifestó entonces Benjamín Gómez, sefardita y presidente del Consistorio israelita de Bayona. La comunidad que se consideraba heredera de aquellos exiliados que tomaron mayoritariamente el camino de Francia devolvía así la palabra dada a los vitorianos.