

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Una de las asignaturas pendientes de los alaveses es la del reciclaje de la basura orgánica. Más de la mitad de los restos de comida ... que se desechan a diario acaba en la bolsa de resto, la que va al contenedor gris. Así mezclados resulta complicado separar y lo poco que se selecciona no tiene calidad suficiente como para ser reutilizado como abono del campo. Así que acaban en el vertedero municipal.
La actual planta de tratamiento mecánico biológico (TMB) de Júndiz no es suficiente para cumplir los retos de desarrollo sostenible y los mandatos de la economía circular, pero muy pronto cerca de ella se va a levantar la infraestructura definitiva que convertirá cada año 23.000 toneladas de biorresiduos en compost para agricultura y jardines. El Consejo de Gobierno de la Diputación foral alavesa dará luz verde hoy al concurso para la construcción y explotación de KonpostAraba.
13.000 toneladas
de abono saldrán de la planta cada año en una primera fase y con el tiempo se llegará a 23.000.
1 millón
de euros corre a cargo de los fondos europeos Next Generation para proyectos sostenibles. Además, se habían pagado antes 3,4 millones por los suelos de Júndiz.
La planta, presupuestada en 34 millones de euros IVA incluido (un millón corre a cuenta de los fondos Next Generation), se levantará sobre una parcela de 30.000 metros cuadrados en el mayor polígono industrial de Euskadi por la que la Diputación ya pagó 3,4 millones de euros. Está previsto que pueda estar lista en 15 meses, con lo que si la adjudicación de la obra es ágil, podría entrar en funcionamiento hacia el verano de 2026.
«Vamos a pisar a fondo el acelerador para llegar cumplir los objetivos de 2030. Esta planta viene a paliar esa necesidad de capacidad y nuevas tecnologías para el compostaje», señala María José Madeira, directora de Medio Natural de la Diputación Foral de Álava. En grandes líneas, a este centro de tratamiento llegarán los biorresiduos de todos los rincones de Álava que se depositan en los contenedores marrones o en los buzones naranjas en el caso de la red neumática tras una primera clasificación en la actual planta TMB de Júndiz. También los restos de podas.
Recibirán un tratamiento antes de pasar a túneles de fermentación aeróbica dotados con sistemas de recirculación de agua. Estarán ahí en reposo unas cuatro semanas. Los lixiviados o líquidos que suelten se recogerán en contenedores especiales que van a regar ese compost de nuevo. Y luego la materia pasa a las naves de maduración, donde una vez seca se empaquetará, lista para abonar los campos y jardines de la provincia.
Los pabellones, además de contar con circuitos de reciclaje de aguas tendrán placas fotovoltaicas y sistemas para el control de olores, una cuestión que preocupaba a los vecinos de los pueblos de los alrededores. «Incluye medidas y va a venir a remediar el olor que desprende la actual TMB», tranquiliza Madeira.
En una primera fase está previsto que esta planta trate 13.000 toneladas de materia orgánica. Unos tres años después, ampliará su capacidad hasta poder llegar a las 23.000 toneladas de futuros fertilizantes. Dará empleo a 13 personas.
Los ingenieros de Idom que realizaron el anteproyecto calculaban que la Diputación alavesa podría ingresar por la venta de este abono unos 233.000 euros anuales en la primera faces y hasta 412.000 a partir de 2028. Aunque realmente la rentabilidad de este proyecto es más ambiental que económica. Y es que lo que se pretende sobre todo es reciclar y aliviar la carga que soporta Gardélegui, el mayor vertedero a cielo abierto en activo de Euskadi.
No es algo sencillo. Pese a los avances, en el territorio el año pasado se generaron 131.295 toneladas de desechos; el equivalente a unos 390 kilos de desperdicios por habitante. Son 1.500 toneladas menos que el año anterior y se recicla el 39% de los residuos, pero los retos son ambiciosos. Los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) marcan que para el año que viene se deben reutilizar el 55% de estos desechos; el 60 % en 2030 y un 65% en 2035.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mejor restaurante de comida sin gluten de España está en Valladolid
El Norte de Castilla
La Unidad de Trasplantes de Valdecilla, premio Cántabro del Año
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.