Los primeros árboles de Goikolarra

Goikolarra es el único barrio de Vitoria en el que no hay ningún árbol en la vía pública. Una carencia que provoca que aumente la temperatura en sus calles, donde la poca sombra que hay la generan los propios edificios. Hasta ahora. El Ayuntamiento plantará los primeros 363 ejemplares en aceras, zonas de juego, plazas y parte de la calzada de este distrito para generar esos necesarios espacios protegidos. Una vez se adjudique el proyecto (300.000 euros), los trabajos durarán cuatro meses.

Se responde así a una vieja reclamación vecinal. Hace 17 años que se colocó la primera priedra de este barrio y desde entonces la vegetación se ha limitado a los jardines, mientras las viviendas crecen como campiñones. Desde la asociación de vecinos Arelegi ofrecen una imagen muy gráfica: «Cuando hace calor no puedes caminar por la calle porque no tienens ni un metro cuadrado de sombra». Ni siquiera los parques infantiles, como el de Asparrena, se salva.

Se trata de algo que reconoce el propio Ayuntamiento: «Existe un gran déficit de arbolado, ya que cuando se urbanizó se dejaron todas las aceras y parque sin árboles, lo que provoca que no haya sombras», recogen en los pliegos de contratación. Una carencia que en el caso de Goikolarra es aún más acuciante. Y es que los vecinos deben desplazarse hasta Adurza, el barrio más cercano, para ir al bar, una farmacia, una panadería, la guardería, la escuela... De manera que sin nada de vegetación el camino se hace realmente un oasis.

Pero el cometido de los árboles no será únicamente el de rebajar la temperatura. Los técnicos municipales intercalarán las 39 especies distintas -como sequoiasempervirens, fraxinus angustifolia o Platanus orientalis - que se han seleccionado. Con esta medida por un lado se busca evitar esa imagen homogenea y, en el fondo, atraer a una mayor variedad de avifauna para aumentar así la biodiversidad en el sur de la ciudad.

Revalorizar la zona

Lograr estos dos objetivos dependerá de que el arbolado gane «cierto porte y gran masa foliar». Para ello se ha estudiado al detalle la ubicación de cada árbol, así como la sepración entre sí. Pero en este caso además entra en juego otro factor añadido: el espacio disponible. «La mayor parte de las aceras cuenta con una anchura de entre 4 y 4,5 metros de ancho y están parcialmente ocupadas por numerosos servicios lo que condiciona realizar los alcorques, llegando incluso a ser imposible abrir nuevos», argumentan.

De manera que en algunos casos los ejemplares se plantarán en zonas verdes, parques infantiles o incluso en la banda de aparcamiento.Esta última alternativa es la que se realizará en la calle Asparrena. En otros puntos, como la plaza de Zalduondo o las confluencias de Barrundia con Félix González Petite se optará por colocar cuatro y tres parterres respectivamente, además de unos nuevos bancos del modelo Vitoria. Todos estos componentes, sostienen, puede ayudar a crear un entorno «más amable» y, unido a ello, «revalozrizar las zonas urbanas».

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