El Gobierno vasco puede encontrarse este año con un agujero de 2.200 millones de euros

La portavoz de la Diputación de Gipuzkoa, Eider Mendoza, aclaró ayer que el Ejecutivo foral de este territorio mantiene como previsión la caída del 20% a finales de año. Un hundimiento de los ingresos fiscales que estaría provocado por un doble efecto. De un lado, la caída de la recaudación propia de la desaceleración brusca de la economía que estamos viviendo; y de otro los aplazamientos que se han concedido, en especial a autónomos y pymes, y que pueden desdibujar la contabilidad de 2020.

Lo cierto es que la fotografía por territorios hasta finales de agosto muestra grandes disparidades, porque hay realidades muy distintas entre las diputaciones. Así, el descenso en Bizkaia y Álava es similar -el 19,41% y el 19,62%, respectivamente-, mientras que en Gipuzkoa el descenso es del 10,59%. Pero lo cierto es que Gipuzkoa ha podido contabilizar ya los ingresos de la declaración de Renta del ejercicio 2019 -las declaraciones con resultado 'a pagar'-, mientras que Bizkaia lo hará a finales de septiembre y Álava esperará hasta finales de noviembre.

Las diputaciones forales y el Gobierno vasco se reunirán el próximo mes de octubre para realizar una previsión oficial, en el seno del Consejo Vasco de Finanzas. Además de sacar la bola de cristal para intentar anticipar cómo va a terminar 2020, deberán hacer lo propio para estimar lo que puede suceder en 2021. Esta última previsión será la que utilicen todas las instituciones públicas de Euskadi -Gobierno, diputaciones y ayuntamientos- para elaborar los presupuestos del próximo año.

No será fácil ese trabajo de estimación porque la evolución de la pandemia, y con ello de la economía, está cargada de incertidumbres. Desde la diputación de Bizkaia y también en Álava creen que a final de año habrá una mejoría porque, indicó ayer el diputado general alavés, Ramiro González, «apreciamos una ligera mejoría mes a mes». Pese a ello, el máximo responsable foral alavés admitió que «es preocupante» el descenso que se ha producido en los ingresos por IVA y también en el impuesto especial de hidrocarburos. Dos magníficos termómetros del estado del consumo, que registran descensos del 27% y del 20% respectivamente.

El Gobierno vasco contará con tres fuentes de recursos para 'tapar' ese agujero, tras haber negociado con el Estado que puede llegar este año a un déficit del 2,6% del PIB, que contrasta con el 0% que había estimado en sus presupuestos. La primera será los 500 millones de euros de remanentes, el dinero no gastado en el Presupuesto de 2019. La segunda será la transferencia de casi 600 millones de euros por parte del Gobierno central, procedentes del 'Fondo Covid' diseñado para ayudar a las comunidades autónomas con sus gastos extraordinarios. La última será aumentar el endeudamiento con nuevas emisiones que pueden alcanzar una cifra máxima en torno a 1.260 millones de euros.