El 'fuego bacteriano' resurge en Álava con nuevos brotes en Aramaio y Ayala
La Diputación ha detectado dos focos independientes entre sí tras el positivo detectado en Labastida
Después de la aparición en junio de un primer brote, la Diputación ha localizado otros dos focos del conocido como 'fuego bacteriano', una enfermedad vegetal « ... grave» que ahora parece haber encontrado cobijo en el norte del territorio. El Departamento foral de Agricultura ha detectado dos nuevas zonas afectadas en Aramaio y Ayala.
El Botha publica este miércoles las infecciones de este mal, capaz de generar «importantes pérdidas económicas» por daños en todas las explotaciones de frutales de pepita, «de manzano y peral en particular». Su nombre –con lo de fuego– se debe a que los árboles infectados se quedan como si se hubiesen quemado: las flores, hojas y ramas se marchitan, se ennegrecen y mueren.
El primer caso detectado en Ayala llegó después de que un vecino del municipio leyese el caso de Labastida «en la prensa» y se dirigiese a Agricultura con fotos de un peral susceptible de estar afectado por esta misma enfermedad.
El 15 de septiembre se tomaron muestras del árbol y tres días después Neiker confirmó el positivo por 'fuego bacteriano'. El pasado 2 de octubre el laboratorio nacional de referencia, ubicado en Valencia, corroboró que este ejemplar estaba infectado.
El caso de Aramaio, en cambio, fue detectado de oficio. Dentro del programa de control en el perímetro de los cultivos afectados por este mal se encontró un positivo más en Aramaio el 23 de septiembre, confirmado el 3 de octubre.
En estos dos nuevos focos, la Diputación ha aplicado el mismo criterio que en verano. Se ha creado un perímetro de un kilómetro de «zona tampón» alrededor de cada nuevo ejemplar infectado. En el caso de Aramaio, la zona es ligeramente menor porque parte de ese perímetro se adentra en suelo guipuzcoano.
Sin cura
Dentro de esa área de protección está prohibido sacar «vegetales o partes de vegetales hospedantes, incluido polen activo para la polinización, excepto frutos y semillas, sin la expresa autorización de la comunidad autónoma». Tampoco estará permitido planta o replantar ejemplares «hospedantes de la enfermedad» y será obligatorio desinfectar los instrumentos de poda cuando se haga así con algún vegetal de dentro de ese perímetro. Las restricciones tendrán vigencia durante dos años en los que también se aplicará un plan especial de vigilancia en la zona. Si en este periodo se consigue evitar la aparición de más casos, se dará por erradicado el 'fuego bacteriano'.
Desde 2011 esta enfermedad, que se cree originaria de América del Norte, se ha detectado en varias comunidades autónomas. Los brotes han hecho que autonomías como Aragón, Andalucía, las dos Castillas, Navarra, La Rioja o Extremadura pierdan la categoría de 'zona protegida' de la bacteria que provoca esta enfermedad. También ha habido casos en comarcas de Cataluña y la Comunidad Valencia. En Euskadi también se había detectado fuego bacteriano en Gipuzkoa. La enfermedad empezó a aparecer en España en la década de los 90 del siglo pasado y todavía no tiene cura.
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