El fracaso de los Presupuestos abre una brecha en la estabilidad política de Álava
La Diputación irá a la prórroga ante la incapacidad de PNV y PSE de lograr apoyos. La tensión política amenaza la negociación de las Cuentas en Vitoria
Álava entrará en el año 2024 sin un nuevo presupuesto abriéndose una brecha en la estabilidad política de la que ha disfrutado el territorio los ... últimos cuatro años. El tercer mandato consecutivo del Gobierno PNV-PSE al frente de la Diputación, esta vez en minoría, ya deparaba un ciclo totalmente distinto al anterior, en el que los socios iban a toparse con grandes dificultades para sacar adelante sus iniciativas. Ese vaticinio acabó constatándose ayer, cuando el diputado general, el jeltzale Ramiro González, comparecía solemne y serio para anunciar la retirada de su plan económico por «carecer de apoyos» y la prórroga de las Cuentas actuales.
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Tras cuatro semanas de negociaciones infructuosas con PP y Elkarrekin -el acuerdo con Bildu estaba descartado desde el principio y Vox siempre ha estado fuera- el Gabinete foral se lleva el primer varapalo serio de la legislatura al evidenciar su incapacidad para sacar adelante un proyecto que es el eje básico de su gestión y el desgaste que ello conlleva a unos meses de las elecciones autonómicas.
El pacto alcanzando entre el PSOE y EH Bildu en Pamplona para desbancar de la Alcaldía a UPN y la proximidad de la cita con las urnas han acabado por condicionar cualquier posible alianza en Álava y tensar al máximo la negociación recién abierta en el Ayuntamiento de Vitoria, capitaneado en minoría por la socialista Maider Etxebarria, a quien el PP no solo le ha dado los votos para ser alcaldesa sino que le ha apoyado para desatascar la gestión de los autobuses públicos o del agua.
Las posiciones de salida en la Plaza Nueva no son muy distintas a las del Palacio Foral. Aunque todos los partidos se empeñan en separar las negociaciones, a nadie se le escapa que el clima de polvorín político excede el ámbito local. El equipo de gobierno municipal (PSE-PNV) abrió ayer las conversaciones con las tres formaciones de la oposición, con especial interés en la postura de Elkarrekin Podemos. Los morados facilitaron los cuatro presupuestos de la pasada legislatura de Urtaran y, a priori, supone un peaje político menos costoso tanto para el PSE como para el PNV. Sin embargo, el Gabinete Etxebarria no logró sellar un acuerdo con Elkarrekin en las últimas ordenanzas fiscales y sus últimos movimientos en las Juntas han puesto en alerta al Gobierno local. El tiempo, al menos, da algo más de margen en el Ayuntamiento, ya que el debate presupuestario se celebrará el 30 de enero.
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El motivo «no está en la negociación» sino en «otras circunstancias», argumentó González
Esos vaivenes políticos a los que está habituado históricamente el Consistorio comienzan a reproducirse ahora en las Juntas Generales en una situación difícil de recomponer hasta la próxima cita con las urnas.
Aunque el Gabinete González dispone de cierto margen de maniobra con la prórroga presupuestaria, la imposibilidad de contar en 2024 con la principal herramienta de gestión del Gobierno constituye un duro revés. En el Ejecutivo son conscientes de que lo que no se empieza a construir en el primer año de la legislatura es complicado que llegue a materializarse antes de las siguientes elecciones. Como contrapunto está el récord de recaudación de impuestos en Álava, que le ha servido a la Hacienda foral para contar con un importante 'músculo' económico.
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Con todo, el jefe del Ejecutivo lanzó ayer un mensaje de «tranquilidad» y aseguró que los «grandes proyectos» están «garantizados». «El presupuesto prorrogado es un buen presupuesto». El plan económico para 2024, cabe recordarlo, sólo crecía en 15 millones respecto al anterior (650 millones en 2023 frente a los 666 del frustrado proyecto), apenas un 2,4% de diferencia. Iniciativas como el campus del vino -EDA Drinks & Wine Campus- proyectado en Laguardia, el centro de fabricación avanzada de Mercedes o la transformación de recursos sociales tienen «garantizada su ejecución», insistió. De hecho González manifestó que la continuidad del presupuesto ya la veían como un «escenario posible», teniendo en cuenta la cercanía de las elecciones, por lo que el Gobierno «ha venido trabajando» en la prórroga. Y añadió que «no es el primer presupuesto que no se aprueba en estos años». El de 2019 (igualmente año electoral) tampoco salió adelante.
El enmarañado escenario político es algo en lo que incidió de forma repetida el mandatario foral para intentar justificar el varapalo. «El motivo no está en la negociación, hay que buscarlo en otras circunstancias». En el caso de Podemos, con quien se había llegado a alcanzar un «preacuerdo», las causas de esa falta de apoyo a las Cuentas «no han sido presupuestarios, hay que buscarlos en dinámicas de la formación política, y en segundo lugar la cercanía de las elecciones». El político peneuvista se mostró «sorprendido» y reprochó a la coalición que «ha perdido una oportunidad importante de influir en la política y quién sabe si se le volverá a plantear otra».
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«Cuestiones ajenas a Álava»
El acercamiento con los morados, acentuado una semana atrás con el pacto para el impuesto de Grandes Fortunas, había provocado el distanciamiento con el PP, con quien «se han cruzado propuestas que en mi opinión debieran de haber permitido el acuerdo, pero la cercanía de las elecciones y otros acontecimientos ajenos a Álava han acabado inclinando al PP en última instancia ayer mismo hacia el no», insinuando como causa-efecto la moción de censura para desalojar a UPN de la Alcaldía de Pamplona. La opción de Bildu era improbable por sus altas exigencias enmarcadas en la cercanía de las elecciones. «No ha hecho un planteamiento que permitiera sentarse en una mesa de negociación», afeó.
El Ayuntamiento acaba de arrancar la negociación pero no es ajeno al delicado contexto político
El pacto ha estado cerca, insistió el dirigente foral. «Lo hemos tocado con la punta de los dedos, y la falta de acuerdo no ha sido ni por falta de flexibilidad ni capacidad de diálogo sino por circunstancias que conocíamos y que muy a última hora han hecho que no se disponga de apoyos suficientes». Y los comicios han sido determinantes. Tanto PP como Elkarrekin «nos han emplazado a seguir hablando después de las elecciones. Esto da una idea de la importancia que ha tenido la situación política y la cercanía de esos comicios», zanjó González.
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