«Llevaba 44 años esperando este vuelo a Vitoria»

Buena muestra de ello dio Asun Martínez. Su maleta llegó mucho menos castigada a Vitoria. «Llevo esperando este vuelo desde hace 44 años, todos los que llevo viviendo en Bruselas. Suelo venir cada tres o cuatro meses y esto lo facilita todo», resumía, tan eufórica que incluso inmortalizó el momento en la misma terminal. «Es lo primero que he hecho tras pisar suelo firme», confesó esta vitoriana de cuna. Fue su hermana, con la que ahora pasará unos días, quien le informó del vuelo que reforzará la conexión entre ellas.

Esos emotivos reencuentros se trasladaron hasta la mismísima puerta de llegadas. Aún faltaban varios minutos para que el vuelo tomase tierra, pero Mari José García ya estaba esperando a su hijo. «Lleva dos años trabajando en Bélgica, esto nos viene de maravilla para poder vernos. Ya no tendremos que viajar a otras ciudades», se olvidaba sobre esos largos periplos. Y entonces apareció su hijo. «No me creo llegar directo a Vitoria», confesaba, Álvaro Márquez, aún desubicado.

Oportunidades para repetir no les faltarán. Vitoria abrirá las puertas a este puente aéreo con el aeropuerto belga situado a unos 50 kilómetros de la capital cada martes y sábado. Una oferta a la que buen seguro se abonará también Veronique Huygens. «Mi hija trabajaba como profesora en Madrid y desde septiembre continúa su camino en Vitoria. Vengo a estar con ella, pero es también una oportunidad para conocer la ciudad y Euskadi, no había estado antes. Ya me han preparado una ruta», compartía esta visitante belga.

Porque el turismo fue también uno de los ingredientes que empujó, como era previsible, a otros a embarcarse en esta nueva línea. Matteo no lo dudó a la hora de hacer el equipaje y descubrir la 'Green Capital'. Un 'puente aéreo' que reforzará también los congresos en la ciudad. El mismo plan tienen diseñado Isabel Abril y Viviana Abril y Óscar Molina. La primera vive en Estado Unidos, mientras que la pareja lo hace en Holanda. Vitoria ha sido la excusa para poder reencontrarse tras cuatro años. «Vamos a aprovechar para ponernos al día y para hacer turismo. Queremos conocer el verde de la ciudad, el vino y todo».

En la dirección opuesta iba Gonzálo Garcés, que viajó desde Navarra para volar y disfrutar de unas vacaciones en el corazón de Europa. El aeropuerto belga también se caracteriza por funcionar como una base donde la aerolínea irlandesa conecta con otros de sus destinos (Praga, Roma, Viena, Bucarest...), lo que también da alas a la capital alavesa.