La feria de Agurain retoma su martes grande con más de seis siglos de tradición
La capital de la Llanada Alavesa celebra su 627 fiesta ganadera con una exhibición de tallas realizadas con motosierra y artesanía local. La Leze se ha llevado el primer premio en el Concurso de Quesos de Pastor
Siempre en martes, el siguiente al primer domingo de octubre. Y desde hace 627 años, salvo excepciones contadas como las guerras Carlistas y Civil- y la reciente pandemia, que ha truncado su celebración los dos años anteriores. La Feria Ganadera de Agurain ha regresado este 4 de octubre a las calles de la villa atrayendo a ganaderos de diferentes puntos del País Vasco, con la exposición de ejemplares de vacuno, porcino, caprino y ovino; concursos de quesos y sobre todo una sensación de júbilo más que esperada por recuperar el acto central de las fiestas del Rosario y exhibirse como capital de la Llanada Alavesa más que nunca.
«No hay mejor ecologista que un ganadero. ¡Aupa nuestros baserritarras!», se oía decir por megafonía, en altavoces instalados en las principales arterias urbanas del municipio. Desde las diez de la mañana, la agenda ha estado cargada con certámenes de diferente tipo como la 36° edición del Concurso Provincial de Quesos de Pastor que dio a conocer los ganadores pasadas las dos y media de la tarde. En la Plaza Mayor se celebró esa particular 'txapelketa' que contó con un particular jurado formado por el artista Jon Landa y dos invitados de cine, Paul Urkijo y Edurne Azkarate, el director y la actriz de 'Irati', película que se estrena este fin de semana en Sitges. También estaban de estreno como catadores. No era un mal plan. «Nos gusta mucho el queso», comentaban esgrimiendo el requisito principal para puntuarlos. El galardón a mejor queso se lo llevó finalmente la granja La Leze (Ilarduia) del matrimonio formado por Eli Gorrotxategi y José Mari Jauregi. El segundo fue Larrabe (Aguiñiga) y el tercero Patxi Lopez de Uralde (Larrea). Le siguieron en la clasificación Josu San Vicente (San Vicente de Arana); Unai Lekuona (Araia) y Bostibaieta (Legutio).
Ver fotos
Si se identifica lo fantástico y la mitología vasca como el sello personal del cineasta Urkijo, las criaturas sacadas de leyendas también se presentaron este martes de una forma particular en el concurso de Talla con Motosierra de Álava organizado por Eziolaza Amalur (Stihl), una de las actividades más llamativas del programa celebrada junto a la iglesia de Santa María. Lupe Arévalo era una de las competidoras de la tercera exhibición de este tipo que se celebraba en la localidad -las primeras ediciones se llevaron a cabo en 2018 y 2019-. Tras mucho serrín se iba despejando cada talla. «Mira, mira, es un búho», le decía Rafa a su hijo Aitor, de 7 años. «Se quedan embobados ellos y nosotros», añadía Xeila junto a la pequeña Anitz cerca de la valla azul que les separaba de Abel de Vicente, Sergio Martinez de Rituerto y Mikel, los otros tres artistas de la motosierra. Xeila, vecina de Agurain, celebraba la jornada tras sus gafas de sol con un orgullo local: «Menudo día hace para que vuelva la feria más antigua de Euskal Herria».
Embobados, muy atraídos por cómo se iban perfilando las figuras mientras saltaba el serrín, iban identificando cada figura. «El lobo es lo que más me gusta», contaba Aitor. Sus amigas Garazi y Arai, de 11 años, no lo tenían tan claro. «El lobo, la hada, del búho...«, decían sin decantarse por uno. Las figuras se sortearon entre quienes compraron un boleto destinado a un 'fondo de emergencia' para la localidad. ¿Plan del día? «Un talo, una botellita de sidra y acabar de dar la vuelta».
Los vecinos recordaron cómo el año pasado fue un poco triste, ya que tan solo se celebró el concurso a mejor queso alavés. Rafa Saborido y Txema Álvarez también se dieron un paseo entre la multitud, el primero luciendo la solapa la insignia de la peña Arrigorrista. Los dos años en suspenso han bastado para que sus hijas, Elsa y Marina, den el estirón. «Para ellas es algo nuevo, ahora tienen seis y cuatro años. Cuando les expliqué lo que era el txupinazo, que fue el sábado, y vieron a la gente tirándose champagne encima decían 'aita', la gente está loca», explica Saborido, que considera casi imposible no llevarse un bocado o llenar la cesta tras pasar por los diferentes puestos de productos (pastel vasco, queso, foie, garbanzos, alubias...) de la calle Mayor. «Siempre hay muy buen ambiente y al haber tantos puestos uno siempre pica algo», subrayaba. Algo tímidas, sus hijas afirmaban con un gesto que lo que más les había gustado eran los tractores, la exposición de maquinaria agrícola.
Y es que el atractivo de la Feria Ganadera de Agurain tiene que ver con el impulso al sector primario. La feria que nació gracias al privilegio otorgado por el rey de Castilla Enrique III al canciller Ayala, primer conde de Salvatierra, en 1395, pudo reactivar la economía local convirtiéndose en un referente de la zona. Entre esos ganaderos que vinieron se encontraban Mikel Etxebarria, de Zeanuri, y Xabi Iturbe, de Dima. «Es la más grande del País Vasco y a nivel caballar es el único concurso que se celebra», contaba Mikel, de 38 años, al cuidado de sus potros y yeguas, que participaron en el Concurso de Caballos de Monte del País Vasco (CMPV). «Han sido dos años tristes y siempre es bonito encontrarse con compañeros y ver el ganado de otros». Comentaban que en su caso, y en el de la mayoría, «el 95%», la ganadería es afición. «Como para otro puede ser una afición esquiar, nosotros tenemos yeguas. Además, el precio del potro ha subido en los últimos cinco años y se saca algún dinero. Pero sobre todo es como un capricho».
